La economía mundial está experimentando una desaceleración más pronunciada de lo previsto, según el último informe de Perspectivas de la OCDE. La organización ha rebajado sus proyecciones de crecimiento global del 3,1% al 2,9%, una revisión que refleja un panorama cada vez más desafiante.
Álvaro Santos Pereira, economista jefe de la OCDE, explica que esta reducción es más significativa de lo que parece a primera vista: "Son cuatro décimas desde diciembre. Los últimos meses hemos revisado a la baja casi todos los países", ha afirmado durante la Entrevista Capital con Luis Vicente Muñoz.
Álvaro Santos Pereira explica la desaceleración económica mundial y las proyecciones revisadas a la baja en el último informe de Perspectivas.
Una incertidumbre sin precedentes
El informe señala como principales factores de esta desaceleración el aumento de las barreras comerciales, las condiciones financieras más estrictas, y la debilidad de la confianza empresarial y de los consumidores.
Pero Santos Pereira destaca un elemento por encima de todos: "La incertidumbre en términos de política comercial y de política económica ha aumentado muchísimo en el sentido de que es la más grande que hemos tenido en las últimas décadas".
Esta situación está teniendo un impacto directo en la actividad económica: "Eso ha tenido un impacto grande en el consumo y la inversión y además con el impacto de los aranceles americanos va a tener un impacto bastante grande", advierte el economista.
La desaceleración se concentra principalmente en las dos mayores economías del mundo. "Los países más afectados son los países donde los aranceles tienen más impacto", señala Santos Pereira, quien detalla que Estados Unidos ha visto reducidas sus previsiones drásticamente: "Hemos revisado en baja el año pasado estaba creciendo a 2,8%. Hemos revisado en baja la última vez para en marzo para 2,2 y ahora 1,5 para este año 1,6 y 1,5 el próximo año".
Además, las economías estrechamente vinculadas a Estados Unidos, como Canadá y México, también están sufriendo el impacto de estas tensiones comerciales.
El informe de la OCDE representa una seria llamada de atención sobre los riesgos que afronta la economía mundial, con un mensaje claro: si no se reducen las tensiones comerciales y la incertidumbre política, el panorama económico global podría deteriorarse aún más en los próximos meses.