La política fiscal y los impuestos pueden protagonizar la próxima polémica en nuestro país, porque las posturas están muy alejadas. Desde el Partido Popular abogan por no subir impuestos y dar facilidades fiscales a las empresas. El PSOE habla de fiscalidad justa y Unidas Podemos propone un nuevo impuesto a las grandes fortunas.

La formación morada llevará el impuesto a las grandes fortunas a la comisión de reconstrucción del Congreso.

Es una tasa que ya proponían en su programa electoral, que busca gravar a los patrimonios de más de un millón de euros con un mínimo del 2%. Se incrementaría al 3,5% a partir de los 100 millones de patrimonio.

Unidas Podemos plantea sustituir el actual impuesto de patrimonio por este nuevo gravamen progresivo, que las Comunidades Autónomas no podrán bonificar, como ocurre ahora. Según cálculos de la formación, se podrían recaudar unos 11.000 millones de euros anuales.

Y es que el Gobierno está aprobando toda una batería de medidas que suponen un gran aumento de gasto. Kamal Romero, profesor de macroeconomía del Cardenal Cisneros, explica qué puede suponer esta tasa:

Unidas Podemos propone un impuesto a las grandes fortunas

Kamal Romero, profesor de macroeconomía del Cardenal Cisneros habla sobre el nuevo impuesto para las grandes riquezas que propone Unidas Podemos

Preguntada por los planes fiscales del Gobierno, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero decía que entre los planes del PSOE siempre ha estado la justicia fiscal, pero que ya existen figuras para que paguen más los que más tienen.

Por ejemplo, Montero señala que el grupo socialista propone un tipo mínimo del impuesto de sociedades del 15%, porque actualmente recae más sobre las pymes y las grandes empresas pagan menos.

El PP, justo al contrario

En el lado contrario, elíder del PP, Pablo Casado, ha presentado un plan propio para la desescalada elaborado por su partido. Incluye medidas como un pacto por la sanidad, extender los ERTE hasta diciembre, pero también propone evitar subidas de impuestos.

El PP plantea que se mantenga el tejido productivo y la actividad empresarial a través de mecanismos de liquidez. Y también un plan de fiscalidad, "en contra de lo que dice el Gobierno", señalaba Pablo Casado, para que España sea un país atractivo para la inversión exterior.

Y mientras, las grandes organizaciones patronales de Alemania, Francia e Italia quieren que los líderes europeos pongan en pie un fondo europeo de recuperación de grandes dimensiones. Insisten en que tiene que haber solidaridad presupuestaria con los países más afectados por la crisis.

Pero también señalan que serán necesarias medidas presupuestarias nacionales para estimular la demanda, como reducciones de impuestos y del gasto público.