Adif confirma el robo de 4 elementos de cable de cobre para la toma de tierra en la línea de alta velocidad entre Tarragona y Girona, lo que habría provocado la paralización del tráfico ferroviario. A este de se le añaden dos cortes que se han producido en el cableado de fibra óptica. Lo cierto es que la fibra óptica no se roba porque no tiene valor, en concreto, un metro de fibra óptica (la materia prima) cuesta algo más de un euro.

Lo que sí es caro para una compañía es canalizar una obra, conseguir los permisos para lanzar la fibra óptica y las infraestructuras. El cobre, por el contrario, podría salir más rentable para aquellos que lo roban.

En el mercado negro se vende a 4 euros el kilo, 5 euros dependiendo de la calidad del material. El momento álgido del precio del cobre lo alcanzó en 2008 cuando se vendía a 6,50 euros porque China demandaba mucho cobre. A día de hoy es muy preciado, como apunta desde Agresur (Asociación de Gestores de Residuos del Sur), su portavoz Rubén Barreno.



Nos explica Barreno que en 10 minutos de lo que dura un robo puedes ganar entre 5.000 o 6.000 euros. Luego se vende en el mercado negro.

Aunque sea un bien preciado en el mercado negro, en los mercados el precio del cobre viene cayendo desde hace años, un -44% desde 2011. Esta caída ha sido más pronunciada a un en los últimos meses, un -20% desde máximos anuales en mayo.

Hoy, cotiza a 2,33 dólares/ libra. Las razones, según los expertos son 3: la des aceleración en China, la fortaleza del dólar (los contratos de materias primas se negocian en esta divisa) y el aumento de la producción de cobre (a más oferta, menos precio).

Es de los materiales que más se ve afectado por las malas noticias procedentes de China, que consume el 48% de la producción mundial de cobre. Los efectos colaterales los acusa Chile, que es el mayor productor mundial de este material.