Francia vive una jornada de huelgas nacionales por la insostenibilidad a la que ha conducido la inflación en el país. Los sindicatos reclaman una nueva subida salarial que eleve el salario mínimo interprofesional (SMI) a los 2.000 euros.

Los sindicatos franceses no son los únicos que reclaman la subida del SMI. Varios países de la zona euro han hecho lo mismo este 2022.

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La receta de Europa para combatir la inflación ¿Subir el SMI?

¿Cuáles son los otros países que han elevado sus salarios en el contexto económico actual? ¿Qué dicen los economistas de este tipo de decisiones en los tiempos que corren?

Alemania, el país de la eurozona que más ha subido el sueldo a sus ciudadanos

Atrás han quedado las recetas de austeridad ante los tiempos de dificultad. Las subidas salariales de nuestros países vecinos son a doble dígito en algunos casos.

Alemania, por ejemplo, aprobó un incremento del 22% el pasado mes de junio, que precisamente este mes de octubre alberga la subida de su segundo tramo y llegará hasta los 2.000 euros mensuales.

Es decir, a partir de este momento, un empleado en Alemania no podría cobrar menos de 12 euros la hora con un salario bruto anual mínimo que se coloca en los 25.000 euros.

Esta era una de las promesas electoralistas del canciller alemán Olaf Sholz, aunque recordemos que el mérito de que exista el SMI en Alemania es de la ex canciller Angela Merkel. En 2015 entraba en vigor en el país con un sueldo mínimo de 8,5 euros la hora trabajada.

España ha subido el SMI tres veces desde 2019

Sin irnos más lejos, España ha sido otro de los países que en 2022 ha encarado un nuevo aumento en el Salario Mínimo Interprofesional de los trabajadores. En febrero de este año, este indicador se sitúa en los 1.000 euros mensuales con dos pagas extras.

En la actual legislatura, esta base se ha incrementado hasta en tres ocasiones y ahora planea la duda de cuándo se producirá la próxima.

En 2019, el Gobierno de Pedro Sánchez incrementó el SMI hasta los 900 euros y éste ha ido subiendo de manera progresiva hasta alcanzar los 1.00 euros actuales que, por otro lado, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quiere elevar hasta los 1.078 euros en 14 pagas. Una opción que, por otro lado, carece del apoyo del presidente de la CEOE ,Antonio Garamendi.

Otra de las economías europeas que se ha comprometido a elevar el salario percibido por sus trabajadores es Holanda. La subida, en este caso, es más discreta – de un 10%-. En cualquier caso, ya se han llevado a cabo dos incrementos en lo que llevamos de 2022 en los Países Bajos hasta alcanzar un crecimiento del 3,2% y un SMI de 1.756 euros.

Polonia, por su parte, aprobó en junio también una subida salarial del 14% en 2023 que elevará el sueldo mínimo hasta los 758 euros mensuales. Una revalorización destacada también si tenemos en cuenta que en la actualidad es de 662 euros.

El sueldo base de Francia es dos veces el de España

Francia, se encuentra hoy en la diana, a pesar de que ya ha llevado a cabo varias subidas este año- la última de ellas en agosto- hasta situar la retribución mínima en el país en los 11,07 euros la hora.

Una situación que podría provocar una caída en la productividad de las empresas del país galo, que recordemos, si sube su salario mínimo hasta los 2.000 euros, sería el doble del que actualmente se tiene en España.

En la actualidad, una medida como esta "podría desencadenar una espiral inflacionista" , en opinión de Carlos Balado, profesor de OBS Business School y director de Eurocofín.

"Todo lo que sea presionar sobre los costes de las compañías las hace menos competitivas".

Por otro lado, cuidado con acortar la distancia de los salarios mínimos con el de los salarios medios cualificados.

Mientras que en economías como la alemana hay todavía un amplio margen-de alrededor del 30%- en España, se ha ido reduciendo progresivamente.

"En Alemania el salario medio supera los 50.000 euros mientras que en España se sitúa en los 26.000 euros. Es decir, los alemanes tienen más margen para subir el SMI, algo que no sucede en España", explica el economista Miguel Córdoba.