Rusia ha iniciado el conflicto armado, pero la UE ha comenzado otro tipo de guerra: la económica.

Tanto EE.UU como toda Europa han mostrado su apoyo a Ucrania ante la invasión del ejército ruso en el país, que ya se ha cobrado la vida de centenares de personas y se ha vuelto contra los civiles.

Esta mañana hemos amanecido con la noticia de que varias empresas abandonan sus negocios con Rusia. Uno de los movimientos más relevantes conocidos hasta ahora por una compañía es el de la petrolera BP.

La británica ha puesto a la venta su participación del 19,7% que tiene sobre la rusa Rosneft. Una decisión muy valiente si tenemos en cuenta que la rusa representa casi la mitad de las reservas de petróleo y gas de BP.

La medida pone fin a más de 30 años de acuerdo entre ambas compañías y supone también la dimisión del consejero delegado de BP, Bernard Looney, del consejo de administración de Rosneft con "efecto inmediato".

No es la única, Volkswagen, Renault o Daimler Truck ha anunciado que suspende toda colaboración con el que sea el mayor fabricante de camiones de Rusia, Kamz.

Las entidades francesas, Societe Generale y Credit Suisse han decidido suspender los acuerdos de financiación de comercio de materias primas en Rusia.

El mundo entero está dando la espalda a Rusia en una guerra económica desatada en paralelo con el conflicto armado que se vive en las calles ucranianas.

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La UE sigue tomando medidas para presionar también de manera coordinada. En las últimas 24 horas ha anunciado el cierre del espacio aéreo a Rusia en la zona comunitaria y una nueva batería de sanciones a Bielorrusia por su colaboración con Vladimir Putin.

Unas sanciones que se suman al bloqueo de transacciones del Banco Central de Rusia o la expulsión de varias entidades del sistema Swift.

Putin contraataca

Todo ello nos lleva a plantearnos cómo hará Rusia para resistir…. Lo que es evidente es que Putin no se va a quedar de brazos cruzados. De hecho ya ha empezado a mover ficha.

El Banco Central ruso ha llevado a cabo una subida de tipos sin precedentes del 9,5% al 20%. Esto se traduce en un aumento de 1.050 puntos básicos.

Putin no está dispuesto a ver cómo se desploma su divisa, el rublo, ante la presión. Al inicio de la jornada ha llegado a caer hasta un 30% frente al euro y el dólar.

La decisión permitirá, tal y como ha señalado la gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, un aumento en las tasas de los depósitos a los niveles necesarios para compensar los mayores riesgos de depreciación e inflación.

También ha animado hoy a los participantes del mercado financiero extranjero a unirse al análogo ruso del sistema de comunicación interbancario internacional SWIFT, denominado SPFS.

La sanción sin duda más grave para Rusia para el CEO de Business Plus, Miguel Ángel Robles.

"Lo que se puede producir con Swift en la economía rusa es increíble, del mismo modo que para la economía europea; no olvidemos que la bajada de títulos bancarios europeos ha superado hoy el 10% en muchos casos".

Por otro lado, las empresas exportadoras rusas han recibido la orden del ministerio de finanzas que vendan el 80% de sus ingresos en moneda extranjera.

Al mismo tiempo, los corredores tienen la orden de prohibir las ventas en corto y operaciones bajistas en la bolsa de Rusia para evitar una volatilidad excesiva en los mercados.

Parece que Putin lo tiene todo atado. Aunque la contraposición del resto de potencias mundiales empieza a ser de tal calado que es probable que, tarde o temprano, la debilidad de Rusia empiece a aflorar por algún lado.

Según, María José Villanueva, miembro de la Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras, "es un país que tiene un PIB similar al de España, esa debilidad económica le va a hacer mucho daño".

La bolsa de Moscú permanece hoy cerrada por orden del Banco Central ruso para evitar el caso financiero y una espantada de los inversores del mercado ruso.

Quiebra en Europa el mayor banco de Rusia

A pesar de que la orden es indefinida, Putin no podrá paralizar la economía rusa de por vida.

De hecho, las consecuencias ya se empiezan a sentir. El Banco Central Europeo he declarado hoy en quiebra a la filial europea del banco ruso Sberbank, la mayor entidad del país, tras las numerosas salidas del depósito.

El BCE considera que es inviable que el banco pueda pagar las deudas en un futuro próximo de manera realista y la Junta única de Resolución europea ha avalado la decisión,

El banco se verá obligado a restringir sus operaciones hasta que se tome una decisión formal y sus clientes tendrán limitada también la retirada de efectivo.

Mientras tanto, Putin asegura que la estabilidad financiera del sistema económico ruso está garantizada a pesar de todas las sanciones acometidas en contra del Kremlin que ponen en jaque un buen monto de los 600.000 millones de euros en oro y divisas del Banco Central de Rusia.

Tampoco hay que perder del radar la postura de las grandes fortunas rusas, claves en el desenlace de este conflicto para el doctor en Economía, Fernando Tomé.

"La manera en la que Abramóvich ha influido de manera positiva en la reunión de Ucrania con Rusia es un buen ejemplo de cómo la presión también va a venir desde fuera", sentencia Tomé.