El sector agroalimentario español atraviesa un momento decisivo mientras enfrenta múltiples desafíos, desde el cambio climático hasta la sostenibilidad económica. Nora Alonso, gestora del fondo Swannlab Invierte Agrifood Tech, destaca la importancia estratégica de un sector que contribuye con casi 120.000 millones de euros al PIB, representando aproximadamente el 9% de la economía nacional.
En este episodio de 'El Balance de la Economía', Lorena Ruiz entrevista a Nora Alonso, partner Swanlaab Innvierte AgriFood Tech Fund para hablar sobre los desafíos del sector agroalimentario
"El sector agroalimentario es uno de los sectores clave desde el punto de vista económico en España", afirma Alonso. En 2024, las exportaciones agroalimentarias y pesqueras superaron los 74.000 millones de euros, lo que representa el 20% del total de las exportaciones españolas en bienes.
España se posiciona como la segunda economía europea con mayor superficie agrícola y posee la tercera flota pesquera más grande de la Unión Europea. Sin embargo, Alonso señala que "la mayor parte de las empresas, al igual que otros sectores en España, son pequeñas, son pymes y micropymes".
Más allá del aspecto económico, la gestora destaca la importancia del sector en la cohesión social: "Es un sector que fija población en el ámbito rural, que tiene que ver también con nuestro arraigo con el ámbito rural, y que por eso, más allá de la cuestión económica, necesita que le prestemos su atención".
El cambio climático: un desafío creciente
Entre los numerosos retos que afronta el sector, el cambio climático destaca por su impacto directo en la producción. "En el caso de España, nos afecta más que al resto de los países europeos, sobre todo por la posición geográfica", explica Alonso. La AEMET ha señalado que desde los años 80 los veranos españoles han aumentado en cinco semanas.
Las consecuencias son múltiples: "El cambio climático tiene impacto en los cultivos, algunos cultivos no van a poder crecer en estas condiciones", señala Alonso, destacando el caso de la avena, cuyo rendimiento ya está disminuyendo. Además, "afecta al ganado también, el calor afecta las dinámicas de las enfermedades", tanto en las plagas de plantas como en los animales.
La innovación como respuesta a los desafíos
Ante la imposibilidad de incidir directamente en el cambio climático, la adaptación se convierte en la principal estrategia. "La forma de hacerlo es incorporando las herramientas científicas y de innovación", afirma Alonso. Entre las soluciones disponibles destacan "genéticas adaptadas a estas condiciones climáticas, insumos que permiten que las plantas resistan a las condiciones climáticas y a las plagas" y tecnologías para la previsión y toma de decisiones anticipada.
España parte de una posición privilegiada en este aspecto: "Somos referente internacional en lo que es el ecosistema innovador en este sector. Tenemos grandes universidades, centros tecnológicos, el CSIC, que nos ha permitido en las últimas dos décadas liderar los rankings en desarrollo de investigación en innovación". Sin embargo, Alonso reconoce que "hemos sido menos efectivos en la transferencia, en la incorporación de estas tecnologías al mercado".
La sostenibilidad económica y el reparto del valor
Otro gran reto es la rentabilidad económica del sector. Aunque el valor bruto del sector agroalimentario ha crecido de forma sostenida en las últimas décadas, "esa distribución de valor no ha sido equitativa a lo largo de toda la cadena", señala Alonso. Los mayores márgenes se concentran "en la parte final de la cadena, de la transformación en adelante", mientras que la producción primaria obtiene márgenes menores.
Entre las medidas para abordar este problema, Alonso menciona la creación de empresas más grandes y resilientes, así como "establecer medidas regulatorias que preserven precisamente esos eslabones que son más vulnerables, y sobre todo que aumenten la transparencia".