Isabel Celaá, la ministra de educación se ha reunido este jueves con las comunidades para preparar la vuelta a las aulas con medidas sanitarias. Una vuelta que seguramente se apoye en una parte online, con clases a distancia. Pero la vuelta a clase, teniendo en cuenta la brecha digital en nuestro país, puede ser un problema para miles de familias

El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas han decidido formar un grupo de trabajo para abordar la organización escolar adaptada a la pandemia para el próximo curso. Los planes deben estar listos antes del verano y se deben incluir todos los escenarios posibles.

Los centros tendrán que adoptar medidas de higiene y distanciamiento y está sobre la mesa la opción de alternar clases presenciales y online. Pero eso genera muchas dudas, ya que no todos los alumnos tienen acceso a internet.

Cerca de 73.000 alumnos de educación infantil y primaria escolarizados en los centros rurales agrupados, según datos del Ministerio de Educación recogidos por Eurona, tienen más dificultades y se sitúan en la brecha digital en el Día Mundial de Internet, que se celebra este domingo.

Por territorios, Castilla y León con más de 15.000 niños escolarizados en estos colegios, Andalucía o Cataluña, con más de 10.000, se sitúan entre las zonas más vulnerables, de acuerdo a estos datos.

Según un informe de UGT publicado en enero de 2020 había 13 millones de personas y 26.767 poblaciones en España sin Internet.

Algunos expertos ya han dicho que hay muchos alumnos que solo tienen un dispositivo por familia y no tiene fácil poder seguir las clases de forma telemática.

Cerrar la brecha digital

La solución podría ser fácil. Dotar de un ordenador y conexión a Internet a los escolares españoles menores de 16 años que no tienen dispositivos electrónicos tendría un coste de poco más de 45 millones de euros, según un estudio realizado por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

De forma excepcional y voluntaria se permitirá en la Fase 2 (desde el 25 de mayo, dependiendo de la región) la vuelta a clase de los alumnos que terminan ciclo educativo.

Serían los alumnos de cuarto de la ESO, segundo de bachillerato para preparar la EBAU, segundo de Formación Profesional y alumnos de Educación Especial.

También se permitirá el regreso a los alumnos de hasta 6 años, si sus padres tienen que trabajar y no tiene posibilidad de flexibilización.

En la Comunidad de Madrid, las secciones de educación de los sindicatos CCOO, UGT y Unión Sindical Obrera (USO) rechazan la vuelta a las clases de forma presencial antes de septiembre. Lo consideran "innecesario" y una "grave imprudencia", porque todavía no hay un protocolo a seguir.

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