El brexit se estanca tras el rechazo de la Cámara de los Comunes a las ocho propuestas presentadas por los diputados del Reino Unido.

Entre ellas, la que ha estado más cerca de salir adelante fue la de una salida más suave, es decir, seguir en la unión aduanera que se quedó a 9 votos. La siguiente fue la de convocar un referéndum para ratificar un eventual acuerdo, que, en todo caso, primero debería aprobarse en el Parlamento. Lo que quedó claro fue que no saldrán mañana sino el 22 de mayo y que rechazan cualquier brexit duro. El ministro encargado de la salida, Stephen Barclay, asegura que estas votaciones demuestran la dificultad del proceso e insiste en que la mejor opción es el acuerdo ratificado entre el Primera Ministra, Theresa May, y el resto de miembros de la Unión Europea en Bruselas. De todas formas el Gobierno puede no aceptar el resultado de estas votaciones no vinculantes.

Ahora los diputados intentarán convocar una nueva votación el próximo lunes

Theresa May quiere que se vuelva a votar su acuerdo firmado con la UE, aunque por ahora, el presidente de la Cámara, John Bercow, no lo permitirá si no hay cambios sustanciales: "Por lo tanto, para que no haya malentendidos, quiero dejar claro que espero que el Gobierno cumpla la prueba del cambio. No deben buscar eludir mi decisión mediante la presentación de una moción y otra vez presentar la misma moción. La mesa de la cámara ha sido instruida para que no se acepten esas mociones".

La primera ministra, Theresa May, ha ofrecido dimitir si al final se aprueba el texto con la UE. El diputado conservador, Letwin Oliver, espera que al final se pueda volver a votar el próximo lunes.

El que fuera ministro de Exteriores y gran defensor del brexit duro, Boris Johnson, se muestra favorable ahora a aceptar el acuerdo con Bruselas, pero aún hay más de 30 conservadores que se oponen al plan de May.

Lo que si han aprobado los diputados es el aplazamiento formal de la fecha de salida de Reino Unido de la Unión Europea: en otra votación, el Parlamento ha dado luz verde a la prórroga, por 441 votos a favor y 105 votos en contra, en los mismos términos que estableció Bruselas hace una semana, a saber, aplazar el Brexit hasta el 22 de mayo, si previamente se aprueba el acuerdo de salida, o hasta el 12 de abril si no refrenda un pacto. La fecha límite del 29 de marzo queda así oficialmente descartada, aunque sigue marcando el plazo máximo para que May saque adelante su acuerdo.