Como todas las semanas, aprendemos a ser buenos jefes de la mano de Daniel Sánchez Reina, desde E2 Eficiencia Empresarial, autor de "El dilema del directivo".

En la anterior intervención, vimos claves para evitar interpretaciones que conllevaran a incumplimientos. Hoy asumimos que se cerró un buen acuerdo y que, aún así, se ha incumplido. Ante esta situación, nos podemos encontrar tres escenarios:

  1. Aquellos acuerdos que suponen un cambio sustancial en la forma de trabajar y que se han incumplido por resistencia al cambio. Es el "más vale conocido que bueno por conocer", que nos invita a permanecer instalados en un mismo ámbito. En esta ocasión, el liderazgo debe mostrar firmeza. El jefe no puede dar marcha atrás.

  2. Se confunde sensibilidad con debilidad. Los trabajadores han incumplido para poner a prueba al jefe. Ante este caso, de nuevo firmeza y trasladar malestar.

  3. Se trata simplemente de mala fe. En tal caso, hay que decidir si se otorga una oportunidad, si se abre expediente o si se aborda directamente al despido. El juego sucio no se tolera.


Escucha la intervención completa aquí:

*Lo sentimos pero el audio ha sido eliminado