Airbus recorta la producción de sus superjumbo A380, uno de sus proyectos más ambiciosos por la falta de compradores. La compañía fabricará 20 unidades del modelo A380 que puede transportar, en su versión estándar, unos 555 pasajeros, menos que las 27 unidades fabricadas en 2015. A partir de 2018, reducirá la cadencia de producción a 12 unidades anuales para ajustarse a la cartera de pedidos, que apenas se ha movido en los dos últimos años, y así, reducir los costes. Estos modelos de aviones gigantes de cuatro motores como el modelo A380 han sido castigados por las mejoras en distancia y eficiencia de los modelos de dos motores, que son más fáciles de llenar con pasajeros.

A pesar de ello, su consejero delegado, Fabrice Bregier, se muestra optimista respecto a los pedidos del consorcio y niega que el brexit pueda desmoronar un mercado que asegura, está activo, positivo y en crecimiento para su compañía. Bregier señala que el tráfico de pasajeros en el mundo se duplica cada 15 años y que "el A380 es la primera y la única solución para un crecimiento sostenible en aeropuertos saturados".

La disminución de la cadencia de producción del modelo A380 abre la puerta a una revisión del futuro de este aparato, lo que podría pasar por el lanzamiento de una versión modernizada, con motores más eficientes que le permitiera crear una verdadera fractura con sus competidores, el A350-1000 del propio Airbus y, sobre todo, el B777X de Boeing.

En el salón aeronáutico de Farnborough, Airbus ha anunciado un pedido de AirAsia de 100 aparatos A321neo valorado en más de 12.000 millones de dólares y otro de la compañía de bajo coste GoAir por 7.700 millones a precio de catálogo.