Reuters.- La petrolera española Repsol dijo que su beneficio neto ajustado cayó un 36% en el cuarto trimestre de 2019 por el abaratamiento de los hidrocarburos y una menor rentabilidad en el negocio de refino.

Por otra parte, las provisiones vinculadas a sus ambiciosos planes de descarbonización y a coberturas contra litigios provocaron números rojos en el fondo de la tabla.

Las grandes petroleras internacionales han sufrido fuertes descensos en los beneficios de 2019. Los precios más bajos del crudo y el gas, y la menor demanda de combustibles han devenido en estas bajadas.

Javier López-Gálvez, director de análisis de Singular Bank, ha analizado estos resultados y su efecto en bolsa esta mañana los micrófonos de Capital Radio:

Felipe López-Galvez (Singular Bank) valora la situación actual de Repsol

El grupo dirigido por Josu Jon Imaz registró un beneficio neto antes de extraordinarios y a coste constante de inventario (CSS) de 405 millones de euros entre octubre y diciembre. El resultado fue de 632 millones en el mismo periodo de 2018 y por debajo también de la estimación de consenso de 418 millones de que había proporcionado la compañía.

El precio de las medidas

En respuesta al clamor popular por el impacto de los combustibles fósiles sobre el medioambiente, Repsol anunció en diciembre que quería reducir sus emisiones de dióxido de carbono a cero neto en el año 2050.

Pero esta medida conllevó una corrección del valor contable de algunos activos con un impacto bruto de 4.800 millones de euros, provocando unas pérdidas netas de 5.280 millones de euros en el cuarto trimestre.

El gigante petrolero británico BP anunció planes similares de descarbonización la semana pasada.

Gastos y reducción de márgenes

Las pérdidas netas de Repsol se vieron agravadas por otra provisión de 837 millones de euros para cubrirse del arbitraje que mantiene con la petrolera china Sinopec por una sociedad conjunta en el mar del Norte heredada de Talisman.

Los números rojos de todo 2019 han superado los 3.800 millones de euros por todos esos ajustes, unas pérdidas récord.

Repsol garantizó a los accionistas que las provisiones no afectarían a la remuneración.

Su filial de refino y marketing (downstream) se vio afectada por una disminución de los márgenes. Estos cayeron a 5,6 dólares por barril en el cuarto trimestre, frente a los 6,2 dólares en el mismo período de 2018.

El flujo de caja libre, una medida seguida muy de cerca por el mercado al ser un buen barómetro del dinero del que dispone una empresa para pagar dividendo y recomprar acciones, mejoró un 8% en 2019, hasta los 5.837 millones de euros.