Fue en el confinamiento de marzo de 2020 cuando la idea de Fitplanet comenzó a tomar forma. Esterri Peña y Paula Cerrada decidieron que era hora de ponerse a trabajar por la Tierra y vieron la oportunidad de fabricar ropa deportiva a partir de residuos para combatir la contaminación de los océanos, del planeta y proteger la biodiversidad marina.

"Ya hay suficientes recursos abandonados en el medioambiente como para seguir explotando recursos nuevos, así que transformamos botellas de plástico y redes de pesca en ropa deportiva y de baño", asegura su consejero delegado, CEO, Esterri Peña en Capital Radio.

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Tu botella de agua ahora es una sudadera o el caso FitPlanet

Esterri Peña, CEO de Fitplanet, ideó este proyecto de reciclaje de residuos junto a Paula Cerrada con el que han retirado más de 3.500kg de plástico del mar

Más allá del armario, Fitplanet quiere cambiar el modelo de consumo de la sociedad y partiendo de la producción de artículos de moda deportiva sostenible, impulsan distintas acciones en favor de la biodiversidad marina.

"En vez de explotar nuevo petróleo, utilizamos los residuos para hacer la ropa deportiva", asegura Peña quien añade: "la botella de plástico, la red de pesca... se tiene que triturar y fundir y se estiran en fibras que se tejen en hilo para hacer las telas".

Al reciclar residuos se fomenta la economía circular, evitando explotar recursos nuevos y ahorrando un 90% de agua, 85% de energía y 75% de emisiones de CO2. Además, esta compañía el 10% de cada compra a proteger a la fauna marina en peligro de extinción a través de diferentes oenegés y un proyecto de educación ambiental en el que organizan recogidas de residuos en playas y charlas en colegios.

"Explotar petróleo para hacer de él un producto de deporte tiene unos efectos muy negativos sobre el medioambiente y al aprovechar los residuos, conseguimos estos números", valora el empresario.

No todo es ropa

Precisamente, en este contexto Fitplanet cuenta con un proyecto propio de recogida de residuos en las costas españolas con el que han conseguido retirar más de 3.500 kilos de basura en su primer año de las calles. Entre los desperdicios que se han apartado de las playas se cuentan 420 kilos de envases, 296 kilos de cristales y 117 kilos de microplásticos. Todo ello de la mano de más de 700 voluntarios convocados por el movimiento de cambio.

"De momento solo operamos en España con ventas puntuales fuera, pero nuestro objetivo es ser una marca de moda sostenible de referencia en nuestro país y una vez lo tengamos, pensar en la expansión", adelanta Peña.