El banco suizo ha realizado provisiones por litigios y ha decepcionado su negocio de trading. Los números rojos en 2005 han sido de 2.940 millones de francos suizos (2.634 millones de euros), cifras peores de lo esperado por los analistas consultados por Reuters.

Las cuentas reflejan un impacto negativo extraordinario de 3.797 millones de francos suizos (3.394 millones de euros) por ajustes en el valor de activos relacionados, sobre todo,  con la compra que realizo en el año  2000 de la firma Donaldson, Lufkin & Jenrette. Además, la entidad asume costes de reestructuración de 355 millones de francos (317 millones de euros) en relación con la implementación de su nueva estrategia y un impacto negativo de 821 millones de francos (734 millones de euros) en costes por litigios.

Su consejero delegado, Tidjane Thiam, que lleva en el puesto desde el pasado mes de julio, ha señalado que la volatilidad del mercado se mantendrá en el primer trimestre de este año y también las preocupaciones por la macroeconomía.

El banco está acelerando el plan de recorte de costes y también el despido de los 4.000 trabajadores previstos. Además incluye una reducción de los bonus en un 11%.

Sus acciones han estado bajando durante la mañana más de un 10% y han tocado mínimos que no se veían desde 1991.