La compañía alemana de suministro energético E.ON acumula entre enero y septiembre una pérdida neta de 5.670 millones de euros. Esta cifra contrasta con el beneficio de 255 millones de euros obtenido un año antes y se debe a las depreciaciones de centrales energéticas.

La compañía informa de que la facturación sube en el periodo un 5 %, hasta  hacer un total de 84.301 millones de euros. Por su parte, la ganancia operativa ajustada a extraordinarios cae entre enero y septiembre, hasta 2.924 millones de euros. Supone un 24% menos que en los mismos meses del pasado ejercicio.

E.ON reafirma su pronóstico anual y reconoce que las cifras de los nueve primeros meses del año están por debajo de los datos de un año antes, aunque cumplen las expectativas. Espera que su EBITDA alcance los 7.600 millones de euros y su beneficio neto subyacente esté entre 1.400 y 1.800 millones de euros.

Foto: E.ON