Son medicamentos sin receta. Haleon, la división de consumo del gigante farmacéutico británico, GSK, llega hoy al mercado de valores de Londres. Es el resultado de una empresa conjunta de la mano de Pfizer que está a la espera de ver qué pasa antes dejar de lado a esta joint venture. Por cifras, Haleon factura más de 11.300 millones de euros, pero nace con una deuda de 12.100 millones.

En todo caso, ¿qué se esconde detrás de la mayor salida a bolsa en Europa de la última década?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Haleon: lo que sabemos de la mayor salida a bolsa de la década en Europa

La división de consumo de la farmacéutica británica nace con una valoración de 11.300 millones de euros, pero con una deuda de 12.100 millones

Haleon ya va a la suya por una valoración de mercado que la decidirá el propio mercado, tal y como insistía en la CNBC, esta misma mañana desde Londres, el consejero delegado de esta división de consumo de la mítica Glaxo Smith Kline que este lunes arranca con el trading en la Bolsa de Valores de Londres con una valoración muy por debajo de lo que se mercaba como objetivo.

Ellos hablaban de 45.000 millones de libras esterlinas aunque el varapalo de los inversores los han dejado sobre los 30.500 millones que, en cualquier caso, hacen de Haleon, la mayor salida a bolsa en el mercado británico desde la de Glencore en 2011.

Por la operación Mcnamara se decía “excitado”. Las caídas en el valor, en cualquier caso, han sido sustanciales en este primera sesión con cesiones, según datos consultados en Retinitiv, superiores al 8,2%. Asunto que no preocupa porque, insistía el directivo: “de lo que estamos hablando hoy no es de una salida a bolsa ‘al uso’ sino de una escisión del negociado de salud de consumo de una gran compañía farmacéutica.

Tras la operación, la junta de Haleon queda de la siguiente manera: 54,5% de la firma queda en manos ahora de los accionistas de GSK, un 32% es de Pfizer mientras que otro 6% lo controla, directamente, la junta de GSK al tiempo que el fondo de pensiones de esta farmacéutica controlar el 7,5% restante.

El papel de Pfizer

GSK ha entregado cerca del 80% de su participación del 68% a sus accionistas y es en este contexto en el que la pregunta es qué hará ahora Pfizer, ¿se irá o se quedará a ver qué pasa con Haleon desde el control que le proporciona una participación de casi un tercio de una firma que, en todo caso, está en manos de GSK se mire por donde se mire?

Aquí lo que tenemos con cláusulas contractuales: Pfizer, GSK y cada uno de los accionistas con decisión acordaron un período de bloqueo; esto significa que están prohibidas las ventas de acciones, aceptar cualquier oferta de compra que pueda acabar con Haleon dividida más de lo que está ahora.

¿Esto cuándo acaba? El próximo 10 de noviembre porque es entonces cuando se prevé que Haleon responda ante el mercado con su primera publicación de resultados trimestrales y entonces será cuando Pfizer observará, sobre cuentas, la verdadera rentabilidad de una compañía como esta.

En todo caso, mercado ya espera que la estadounidense reduzca su participación en Haleon.

La nueva GSK solo mantendrá ese 20% como una inversión financiera a corto plazo y tiene intención de monetizar esa participación para "fortalecer" su balance.

Objetivos en el calendario

El objetivo de GSK tras este proceso es alcanzar unas ventas de 33.000 millones de libras para 2021; una cifra que no tiene en consideración las potenciales ventas de medicamentos que están actualmente en una fase temprana de investigación.

Porque lo que está claro es que la salud importa, insiste en valorar este punto del negocio su consejero delegado quien por la actual situación económica con una inflación desbocada no se dice con miedo ya que, aclara, la situación de mercado es más que positiva para una empresa que son los mejores y que para los accionistas tiene claro el objetivo: crear valor.

Las previsiones de la farmacéutica británica son que Haleon crezca entre un 4% y un 6% anual a medio plazo. Y si esto no va bien, existe la oportunidad de utilizar parte de los 7.000 millones de libras de músculo financiero que se generarán a través de la escisión esta escisión de Haleon para financiar más acuerdos en el mercado.

Unos inversores que a la matriz, GSK, no siempre le han tratado bien. Los títulos de la farmacéutica han tenido un rendimiento inferior al de sus pares en los últimos años, provocado por una proporción cada vez más pequeña del gasto en I+D+i, una serie de fallas clínicas en oncología y la pérdida del lucrativo mercado de las vacunas contra la COVID-19 y esto a pesar de ser una de las los principales fabricantes de vacunas del mundo.

Unilever y Nestlé quisieron hacerse con Haleon, pero no pudieron. Intereses por una empresa que nace con una deuda superior a 12.000 millones de libras, pero nos dice Rafael Ojeda, de Fortage Fund, que podría sostenerla sin problemas.

De haberse estrenado en España, nos aclara el analista, sería una compañía a batirse con las grandes del IBEX35, entre las cinco de mayor capitalización y con un futuro en verde gracias, apuntan, a operar en un arrea atractiva en la que estar en estos momentos.

Porque ahora más que nunca nos preocupa la salud y entre pandemias, los gigantes como Haleon van creciendo.