Los actores se reinventan. De Hollywood ahora se lanzan a Wall Street y mal, por el momento, no les está yendo. ¿Cuáles son los nombres propios que se frotan las manos en los mercados?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

De Hollywood a Wall Street: el extraño caso de los actores "empresarios"

Jessica Warren, Kate Hudson, Aston Kutcher o Leonardo di Caprio son algunos de los protagonistas que quieren saltar al mercado norteamericano (también al español)

Más allá de la gran pantalla, los famosos y, en este caso, los actores, siempre en busca de nuevos retos, parece que están dejando de lado los focos, las tomas falsas y las pautas del director para lanzarse al negocio de la empresa y, desde ahí, aterrizar en el principal mercado del mundo, Wall Street.

Con ganas de rentabilizar su dinero que en Hollywood no es poco para los actores y actrices “de éxito” el negociado de los mercados parece ser su flotador salvavidas en medio del océano.

Así, muchas celebridades lanzan fondos de inversión con socios o se unen a otros vehículos ya existentes para identificar empresas con potencial de crecimiento y, pasado un tiempo, recoger los frutos de la apuesta.

Un ejemplo claro, el del lobo de Wall Street, el Jack Dowson de la mítica Titanic que, con envidia de la tabla a la que Kate Winslet se amarró para salvarse del naufragio, quiso aprovechar su imagen y riqueza para impulsar nuevas firmas en el mercado norteamericano. Leonardo Di Caprio.

Con el compromiso al medioambiente como telón de fondo, tema al que dedicó el discurso de su único Oscar, tiene parte de sus fondos invertidos en Beyond Meat, el fabricante de hamburguesas veganas. Una inversión que hizo, eso sí, dos años antes de su salto al marqué.

Luego está el sustituto de Charlie Sheen en la mítica serie “Dos hombres y medio”, Aston Kutcher, quien vio el potencial de empresas como Uber, Airbnb o Spotify. Todas, eso hay que remarcarlo, empresas de incontestable éxito empresarial en la movilidad, el turismo o la música por streaming.

Algo más tradicional, igual por la edad, es terminator, también conocido como un austriaco-estadounidense Arnold Schwarzenegger con intereses de lo más diversos. Su cartera la componen valores en crisis y de éxito como AT&T, Boeing, Kelloggs o PepsiCo. De hecho, es tan internacional el actor que llegó a fijarse, ni más ni menos, que en la bolsa española. ¿Valor preferido? El título protagonista del IBEX de este jueves, Siemens Gamesa.

Y de ser meros inversores a través, normalmente, de fondos de inversión, han pasado los actores y actrices a respaldar y dejar el nombre plasmado sobre el organigrama de nuevas empresas.

¿Nombres concretos?

Los tenemos. El primero el del actor todoterreno, Mark Wahlberg, que, precisamente, salió a bolsa este miércoles mismo de la mano de una cadena de gimnasio, F45.

Con una valoración de mercado de 1.400 millones de dólares y una recaudación de 300 millones en las primeras horas de negociación, este grupo empresarial deportivo espera ir creciendo a medida que se consolida la desescalada en el mundo tras la pandemia y se reabren los gimnasio, de hecho, esta es la primera empresa del sector en comenzar a cotizar desde hace más de un año.

Y el listado de F45 llega al tiempo que se prepara, según The Wall Street Journal, la salida a bolsa de la marca de ropa deportiva Fabletics. ¿Actriz detrás del proyecto?

Kate Hudson, protagonista del largometraje “Cómo perder a un hombre en 10 días”… pues lejos de los títulos sugerentes, la empresa espera tener recorrido más allá de la decena de jornadas y espera que le vayan las cosas mejor que bien.

La valoración de mercado, según los expertos, sería de unos 5.000 millones de dólares y el modelo de negocio algo “futurista”: la idea pasa por ofrecer ropa deportiva nueva a los consumidores cada mes a cambio de una suscripción. El Netflix de los leggins.

Y por último, la supermujer “invisible”, la “cuarta fantástica”, Jessica Warren, que como ya les contamos hace unas semanas en Mercado Abierto, sacó a bolsa el pasado 5 de mayo The Honest, una compañía de pañales y productos infantiles.

Así las cosas, sean valores más “tradicionales” o nuevas empresas en auge, las “modernas” startups, los actores parecen que se han aplicado la máxima de Miguel de Unamuno, renovarse o morir.