El holding resultante tras la fusión entre Iberia y British Airways logró un beneficio neto de 567 millones de euros, lo que supone un 2,3% más en el mismo periodo del año anterior. Estas cifras aún notan el impacto positivo de la reestructuración de Iberia.

Por su parte, el beneficio operativo recurrente de 975 millones de euros en el primer semestre de 2017 frente a un saldo positivo de 710 millones de euros en el mismo periodo del año anterior.

Este resultado, que incluye la aerolínea irlandesa Aer Lingus, adquirida en septiembre del año pasado, refleja el fuerte ahorro logrado con la caída de los precios del combustible y el aumento de tráfico en la primera mitad del año, aunque recoge también un impacto cambiario negativo de 44 millones de euros por la depreciación de la libra.

El holding que agrupa también a las aerolíneas BA, Iberia y Vueling, dijo el viernes que los ingresos totales subieron entre enero y junio un 0,9 por ciento a 10.888 millones de euros.

Para el conjunto del año, IAG espera un incremento porcentual del orden de dos cifras en su resultado operativo.