Miramos a la actualidad al otro lado del Atlántico y este miércoles, concretamente, al sector farmacéutico después de conocer que Novavax estaría lista para lanzar al mercado su vacuna contra la COVID-19. Este antídoto no sería el primero, pero sí uno de los más efectivos contra el virus.

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La truncada historia de Novavax con final feliz por la COVID-19

Tras 33 años en el ostracismo, la farmacéutica estadounidense resurge de sus cenizas gracias a la COVID-19

Tras más de 33 años de fracasos, Novavax prepara el lanzamiento al mercado de su vacuna contra este virus del siglo, el SARS-CoV-2 y con ella, parece ver, tras décadas en el ostracismo, la luz al final del túnel.

Y es que aunque la de este martes no fuera su mejor jornada en bolsa, tras cotizar sus resultados con pérdidas de hasta 418 millones de dólares como consecuencia, eso sí, de las inversiones que tuvieron que realizar por investigación. Sus ingresos, no obstante, crecieron significativamente, hasta los 476 millones de dólares. No obstante, la cuenta de resultados, en el caso de la biotecnológica, no era tan importante como sus previsiones con la vacuna contra la COVID-19.

De hecho, a pesar de cuentas en rojo y caídas en bolsa, todo esto para Novavax es una especie de éxito y es que hace ahora un año, antes de que la COVID-19 atacara al mundo de la manera que lo ha hecho, Novavax corría el peligro de dejar de cotizar en el Nasdaq, uno de los índices bursátiles de referencia en Estados Unidos.

¿Por qué? Pues porque la empresa lleva décadas, concretamente 33 años, sin sacar al mercado ni una sola vacuna, a pesar de los cientos de millones de dólares en investigación y desarrollo de este tipo de compuestos.

Ahora la empresa ha dado un golpe sobre la mesa, dado la vuelta a la sartén y como un ave fénix ha conseguido erigirse, desde sus cuarteles generales en Maryland (Estados Unidos) como uno de los grandes laboratorios que está a punto de conseguir la luz verde de su antídoto en Reino Unido y también en la Unión Europea. Concretamente para el mes de abril.

Protagonismo para España

Que el anuncio se haya hecho precisamente aquí, en España, puede parecer casual, pero no lo es ya que su producción industrial en Europa se hará desde una de las factorías del Grupo Zendal en O Porriño (Pontevedra).

En la CNBC, el consejero delegado de la farmacéutica, Stanley Erck, lo confirmaba además de pronosticar que, un mes después, en mayo, podría estar autorizada en Estados Unidos.

Apoyo millonario

Según los datos provisionales, la vacuna de Novavax tiene una tasa de eficacia similar a las de BioNTech y Pfizer y Moderna, concretamente, del 89%. Además, es más barata y más fácil de transportar y puede almacenarse a temperatura ambiente durante al menos 24 horas.

El compuesto tuvo, en su momento, un gran apoyo por parte de la comunidad científica. A la otra orilla del Atlántico, en Estados Unidos, recibieron hasta 1.600 millones de dólares del programa de vacunas del país, Operation Ward Speed. Al tiempo, Covax, el programa de la Organización Mundial de la Salud, inyectó otros 400 millones con un pedido de 1.100 millones de viales.

Desde principios de 2020 su acción se ha disparado un 4.900%.

33 años de crisis

Con todo y con ello, el peligro de Novavax ha sido el de quedarse sin dinero en apenas dos años. La empresa, fundada en 1987, nació por y para las vacunas. Sin embargo, después de años sin un rumbo fijo y con problemas en un sinfín de frentes, en 2005 decidió dejar de lado el mercado de la salud femenina, donde habían sido los reyes hasta que les salió competencia, para centrarse, de nuevo, en las vacunas. En especial, en la vacuna contra la gripe.

Y esto les funcionó. Con 5 millones de dólares en efectivo, 35 millones de dólares de deuda y gastaba 2 millones de dólares al mes, Novavax fue una de las grandes impulsoras de los antídotos de otras epidemias como la del SARS en 2003 o el MERS.

Pasaron los años hasta que los problemas con un ensayo en 2016 hicieron que su acción bajara un 83% en apenas siete días. No tuvieron suficientes enfermos con los que experimentar, las autoridades estadounidenses querían más evidencias para aprobar su fármaco y ellos no tenían dinero.

La caída en bolsa fue estrepitosa y aunque los inversores ya estaban cansados de poner dinero, los científicos decidieron darle un último voto de confianza. Y les salió bien la apuesta. La vacuna de Novavax contra la COVID-19 es de ARM mensajero. Igual que la de AstraZeneca, pero según el directivo de la compañía, Stanley Erck, la suya es más efectiva y tiene unos datos más sólidos. Y es que uno de los datos curiosos de esta vacuna es que se puede combinar con otras, es más barata y, aunque la empresa no ha revelado ningún precio todavía, sabemos que la Unión Africana ha acordado abonar 3 dólares por vial.

Última, pero no menos importante

Como todos los laboratorios que corren esta carrera de fondo, Novavax también ha tenido problemas de fabricación como, por ejemplo, parones en la cadena de suministro por escasez de materiales.

Además, tras despedir a 120 empleados de fabricación y control de calidad en 2019, tuvo que contratar a 600 en sólo seis meses y firmar acuerdos con socios para fabricar la vacuna a nivel mundial. Ahora puede producir hasta 150 millones de dosis al mes.

A pesar de todo, este vial ya será el quinto en Europa y el cuatro en Estados Unidos. Por lo que, a lo mejor, las ventas no son las esperadas.

A su directivo, esto no le preocupa porque las dosis comprometidas son ya más de 200 millones. Aunque tal y como apuntaba el directivo, la gente debería poner la primera vacuna que tengan disponible.