La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha revisado un 12% a la baja sus previsiones de beneficio neto para las aerolíneas en 2018, hasta los 33.800 millones de dólares debido al encarecimiento del petróleo y los costes laborales. La IATA prevé que el precio medio del petróleo se sitúe este año en 70 dólares el barril, un 27,5% más que el año anterior.

En la asamblea general de la asociación celebrada en Australia, también se advierte de unos tipos de interés más altos y de las tensiones geopolíticas, después de que las aerolíneas ganaran un total de 38.000 millones de dólares en 2017. La asociación considera que el resultado esperado para 2018 todavía es alto, pero reconoce que el sector muestra una tendencia a la baja desde principios de 2016, por la aceleración de costes.

La asociación anticipa un repunte del 10,7% de los ingresos y que suba la demanda un 7% respecto al año pasado. Las aerolíneas seguirán en beneficio por noveno año consecutivo y su rendimiento del capital invertido acumula cuatro ejercicios consecutivos por encima de costo, lo que les permite financiar el crecimiento, crear empleo, fortalecer balances y recompensar a los inversores.

En 2018, las aerolíneas esperan transportar a 4.360 millones de pasajeros, un 6,5% más que un año antes, y recibir de los fabricantes más de 1.900 aviones nuevos, muchos de los cuales reemplazarán otros antiguos, ampliando la flota comercial global un 4,2% hasta un total de 29.600 unidades.

Según las estimaciones de la IATA, las aerolíneas norteamericanas lograrán un beneficio de 15.000 millones de dólares, el 44% de las ganancias globales. Se espera que las europeas generen el segundo mayor beneficio neto con 8.600 millones de dólares, cifra que supone un aumento, gracias a que su amplia cobertura de combustible está ayudando a retrasar el impacto del aumento del precio del petróleo.