La empresa del futuro podría utilizar un robot BB8 conectado sobre una plataforma en la nube para gestionar sus servicios. La empresa del futuro se comunicará con sus usuarios de forma directa a través de apps móviles. La empresa del futuro utilizará pantallas táctiles cognitivas. La empresa del futuro, en pocas palabras, ya está presente.


Porque si hablamos de futuro, debemos mirar a la nueva revolución industrial: la transformación digital. Ése ha sido el tema central del Digital Enterprise Show que se ha celebrado esta semana en Madrid.


Con la transformación digital, la supervivencia de las empresas está en juego. Se estima que el 40% de las empresas actuales no sobrevivirá a este gran cambio, un cambio que comienza desde el liderazgo.


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Por tanto, todas las empresas deben adaptarse a este nuevo escenario. ¿Cómo? La transformación digital tiene dos vertientes: la transformación interna, dentro de la propia empresa, y la transformación externa, la que trabaja las relaciones con los clientes. La transformación interna parte, como vemos, desde el propio líder, mientras que la transformación externa consiste en conocer y hablar el lenguaje de los clientes.


En todo este escenario, hay una protagonista que destaca sobre el resto: la movilidad, abanderada por el móvil y los servicios en la nube. Y en todo este panorama, miramos especialmente a España. Nuestro país es uno de los países europeos que más ha crecido en transformación digital en el último año. Sus mejores resultados están en los servicios públicos y en el Open Data. Además, España es el país donde más ha crecido la fibra óptica a lo largo de 2015.


¿Y qué hay del futuro? ¿Qué podemos esperar? Expectación, ésa es la palabra que define el porvenir digital.