Desde la apertura de los parqués europeos, las principales aerolíneas del continente se hunden en bolsa. Lufthansa ha llegado a sufrir caídas del 7% durante la mañana. Las acciones de EasyJet, Air France e IAG también están perdiendo valor, aunque han moderado su caída.

Están acusando el recorte en las previsiones de beneficio de Lufthansa. La cotización de la compañía alemana nunca se ha visto muy afectada por los diferentes ataques terroristas que ha sufrido Europa en el último año. Pero sus cuentas sí.

Muchos turistas han cancelado sus planes de viaje al extranjero y las reservas de billetes han disminuido en gran medida. Lufthansa prevé que su beneficio caiga entre un 8% y 9% en la segunda mitad del año. Sus ventas han caído un 2,6%, hasta los 15.000 millones de euros, entre enero y junio. Además, también espera que su EBITDA esté por debajo del de 2015. Cuando se esperaba que estuviese un poco por encima.

Unos datos inesperados. Las aerolíneas eran uno de los baluartes del primer semestre, como explica Victoria Torre, analista de Selfbank:



Pero el terrorismo no es el único problema que tienen las aerolíneas. Después del Brexit, algunas compañías como British Airways ha tenido que hacer un “profit warning”. También el repunte en el precio del crudo. Ya no estamos a los niveles que había a principios de año.



Para EasyJet los problemas pueden ir a más. La compañía británica ha anunciado que sus ingresos por asiento han disminuido un 8,3%, no solo por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, también por las huelgas en el tráfico aéreo.