El Gobierno de España parece haber emprendido un viaje a principios de los 90 para participar en el Juego de la OPA, una recreación del programa televisivo que dirigía Emilio Aragón. Naturgy, Telefónica, Talgo, y ahora, BBVA y Sabadell participan en el 'concurso'. Esta mañana no ha tardado en pronunciarse en contra de la oferta que BBVA ha lanzado sobre Sabadell, alegando que podría tener impacto en el empleo y en la prestación de servicios financieros. Argumenta, además, que el Ejecutivo tiene la última palabra sobre la operación, que no es la única en la que está involucrado. De un tiempo a esta parte, la actualidad político-económica va de OPA en OPA.

De OPA en OPA: Telefónica, Talgo, Naturgy y, ahora, Sabadell

El Gobierno, que ya se ha mostrado contrario a la OPA de BBVA sobre Sabadell, se ha posicionado en varias operaciones durante los últimos meses

Los casos de Naturgy, Talgo y Telefónica

Empecemos nuestro repaso por Naturgy. Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, planea alinearse con la emiratí Taqa para adquirir la compañía energética. El Ejecutivo afronta el análisis de la oferta con la Estrategia de Seguridad Nacional en materia energética,fuera de vigencia desde 2020, unque parece que podría dar luz verde si Abu Dhabi va de la mano de Criteria, como estaba previsto.

En esta negociación se ha colado un actor secundario, Argelia, que quiere formar parte de las negociaciones al ser el principal proveedor de gas de la firma.

Otra compañía de moda es Talgo. Corría el mes de febrero cuando el grupo húngaro Magyar Vagon quería comprar al fabricante de trenes por más de 600 millones de euros, un pago de 5 euros por acción. El Gobierno recela de la relación del dueño del conglomerado húngaro con el presidente Viktor Orban.

Entretanto, el malestar entre los trabajadores crece, pues temen que el retraso en la validación de la oferta reduzca la capacidad industrial de la española.

En Telefónica llevan más de seis meses sonando los cantos de sirena saudíes. En septiembre Saudi Telecom Company (STC) anunciaba la compra del 9,9% del capital de la española por 2.100 millones de euros en una operación amistosa. Moncloa decidió entonces entrar en el capital de Telefónica 27 años después de su privatización por su condición estratégica. Su participación acaba de alcanzar el 7% y mientras acaba de presentar a su primer consejero, piensa en un segundo una vez alcance el 10% comprometido.