¿Se imaginan un juego al que solo puedan jugar una vez al día? Y que con simples cuadros de colores verdes y amarillos y apenas un puñado de usuarios en todo el mundo haya conseguido que paguen por él más de un millón de dólares.
Existe el juego: Wordle y el postor: The New York Times. ¿De dónde viene? ¿Qué es Wordle más allá de sus seis letras?
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
Desde Reddit y con 90 usuarios ahora el juego creado por un programador "aburrido" del confinamiento vale más de un millón de dólares y cuenta con 8,4 potenciales jugadores
Es posible que ustedes, en las últimas semanas y si son asiduos a las redes sociales hayan visto seis cubos, algo crípticos, amarillos y verdes de los que poco más se sabe. Es Wordle. Es un juego como un sudoku o una sopa de letras, pero con la diferencia de que tiene enganchado a medio internet.
Seis intentos para adivinar una palabra. Cualquiera y sin darles más pistas que qué letras de las que has puesto están dentro de la palabra. Al día solo se puede jugar una vez y emulando el mítico programa televisivo: La Ruleta de la Suerte poco premio hay más que el saber uno que ha sido capaz de desentrañar el enigma que tiene en vilo a todo un mundo.
La de este martes no sabría decirles cuál es solo que contiene como vocales la I y la E y de consonantes el tridente de la L, D y R. Mi resultado personal: dos cuadros verdes y tres amarillos, ¿qué quiere decir esto?
En función de los intentos cambian los colores. Las letras cambian de color para mostrarles lo cerca que estamos de resolver el enigma de la palabra ‘secreta’.
Pongamos de ejemplo ‘LIBRO’. Si ustedes ven en el resultado el color verde sobre una letra significa que la palabra arranca con la misma y si otra se vuelve amarilla, esto quiere decir que la letra está en la palabra, pero no en la posición correcta.
De momento no hay aplicación, solo se puede jugar mediante el sitio web y a partir de ahí, compartir en las redes sociales para que el mundo vea la ‘pequeña’ muestra de su espíritu detectivesco.
Cada vez que hagan un intento, hay que escribir una palabra válida, y se le dirán cuáles de las letras introducidas están, cuáles no, y si están en el sitio donde les toca o no.
Es un juego no complejo, pero si pausado. Wordle es para estar un rato. Darle al botón de ‘encendido’ de nuestro cerebro y una vez terminen con él, olvidarse hasta el día siguiente.
A 1 de noviembre eran 90 los usuarios que compartían su tiempo en la página web de Wordle, a 2 de enero, 300.000 y hoy, 1 de febrero, son millones las personas que juegan cada día y que han hecho que el diario más influyente del mundo, The New York Times, haya puesto sobre la mesa una cifra de siete cifras, no se dicen cuáles, al más puro estilo Wordle, para hacerse con la primera piedra de los pasatiempos del futuro.
NYTimes paga más de un millón
Y es que esta es la operación que hoy traemos a primer plano. El rotativo de referencia del planeta cree que Wordle es su arma para luchar contra lo que viene: un nuevo sistema de noticias basado en las suscripciones para mantener a flote un negocio, el del periodismo, que tras la aparición de internet no deja de surfear de crisis en crisis.
Según los últimos resultados trimestrales, The New York Times cuenta con 8,4 millones de suscriptores. Todos ellos ahora, potenciales usuarios de Wordle.
Y este, parece ser, pasa por ser un negocio suculento porque con él hacen caja en la “capital del mundo”. The New York Times arrancó en 2011 con el muro de pago que el resto de medios de comunicación occidentales han empezado a implantar hace apenas un lustro.
Pero aquí hay una diferencia: mientras que los suscriptores del diario con entregas a domicilio tienen los juegos online incluidos; los que leen el digital, no. Para ellos y todos los demás existe una suscripción específica llamada "Games" exclusiva para los pasatiempos. Y es que no es baladí remarcar que la división de juegos se ha convertido en el motor de crecimiento de suscripciones del Times con más de 500 millones de clics al año.
Sencillo, adictivo y rápido son las claves de Wordle. Un proyecto ideado por Josh Wardle, un ingeniero del foro de internet más famoso de los últimos tiempos, en especial, para los aficionados a los mercados financieros: Reddit.
Wordle fue lanzado a mediados de octubre del 2021, aunque ha sido a principios del 2022 cuando ha alcanzado la viralidad. Al español fue adaptado por el programador colombiano Daniel Rodríguez que en una entrevista hace unas semanas con el portal especializado en tecnología, Xataka, aseguraba que esperaban que tal fuera el éxito de la idea que estaba listo el programa para nutrirse de palabras, por lo menos, hasta mayo de 2023.
La popularidad del juego llegó a tal nivel que los imitadores inundaron la tienda de aplicaciones de Apple, la App Store con imitaciones a Wordle, lo que obligó a los de Cupertino a eliminarlos a principios de este mes.
Más allá del Sudoku está Wordle. Pasatiempos que, sobre la pantalla, no pierden su esencia ni objetivo: hacernos pasar un rato fuera de nuestro día a día. Seis letras que, de momento, valen siete cifras. Millones por una sopa de letras venida a más o por un negocio de futuro que uno de los periódicos más antiguos del mundo, The New York Times, no se quiere perder.