El Fondo Impulso Global, lanzado en marzo de 2024 bajo la gestión de Cardumen Capital y el asesoramiento de Portocolom AV, representa una apuesta firme por la inversión de impacto en mercados privados. Este fondo de fondos, clasificado como Artículo 9 en el Reglamento sobre Divulgación de Finanzas Sostenibles, cuenta ya con 35 millones de euros comprometidos y ha realizado inversiones en seis fondos diferentes.

Una filosofía de inversión con propósito

Ana Guzmán, directora de Inversiones y de Impacto de Portocolom AV, explica que la colaboración entre ambas entidades surge de una visión compartida: "Desde el sector financiero se puede canalizar flujos hacia retos sociales y medioambientales en los cuales se puede dar respuesta desde el mercado financiero. Para nosotros no es un tema oportunista, no es una carrera de fondo, es una trayectoria a largo plazo".

Espacio de fondos | Fondo Impulso Global

Nos fijamos en este fondo de impacto gestionado por Cardumen Capital y asesorado por Portocolom AV con *na Guzmán, directora de inversiones y de impacto de Portocolom AV.

Esta alianza estratégica combina la experiencia de Cardumen Capital, con más de 15 años invirtiendo directamente en empresas de capital privado, y el conocimiento de Portocolom AV en asesoramiento y gestión de impacto.

Objetivos ambiciosos: rentabilidad e impacto

El fondo tiene un horizonte temporal de diez años, con posibilidad de extensión por dos años adicionales. En términos financieros, aspira a duplicar el capital invertido por los partícipes, lo que equivaldría a una rentabilidad anualizada del 12-15%.

En cuanto al impacto, el fondo estructura su inversión en tres pilares fundamentales: persona, planeta y prosperidad. "Invertimos en nueve verticales diferentes que son inclusión financiera, salud, educación, adaptación al cambio climático, mitigación del mismo y regeneración. Y luego por otro lado inmersión en agua, inversión en agricultura y en ciudades sostenibles", detalla Guzmán.

Estrategia de diversificación global

Los primeros seis fondos seleccionados se han centrado principalmente en áreas relacionadas con la persona: inclusión financiera en países emergentes, educación y salud a nivel global, retos sociales específicos de la Península Ibérica, y fondos dedicados a la adaptación y mitigación del cambio climático.

El objetivo final es alcanzar entre 10 y 12 fondos en cartera, lo que supondría inversión en aproximadamente 200 compañías a nivel global, abarcando tanto países desarrollados como emergentes, y diversificando entre deuda privada, capital privado, venture capital e infraestructuras.

Mercados privados: la oportunidad de impacto real

"Si la oportunidad está en mercados privados o mercados públicos sería algo quizá demasiado general o dar una respuesta demasiado simple a algo más complejo", señala Guzmán.

Sin embargo, destaca que los mercados privados ofrecen una ventaja significativa: permiten combinar tendencias globales como la salud, el cambio climático o la inteligencia artificial, con necesidades locales específicas como la agricultura regenerativa o infraestructuras de agua.

El fondo establece métricas concretas para medir su impacto: número de terapias desarrolladas, personas en riesgo de exclusión atendidas, toneladas de CO2 evitadas o personas desbancarizadas que acceden a préstamos.

Próximos pasos y retos

Para su segundo año de vida, el fondo se enfocará en inversiones relacionadas con agua, agricultura y atención a minorías, con especial énfasis en fondos liderados por mujeres. "En los mercados privados todavía queda muchísimo por hacer", reconoce Guzmán.

A pesar del aparente enfriamiento del boom de la inversión responsable, Impulso Global mantiene su convicción de que "la inversión de impacto es paciente y que precisamente invertir en economía real no es fruto de un año ni de dos". Una filosofía que define claramente el carácter de largo plazo de este innovador fondo de inversión.