La crisis del COVID-19 ha dado vuelta a la economía, la volatilidad se ha instalado en el mercado y las miles de compañías se han visto perjudicadas. Pero si hay algo que ha reafirmado esta situación es que la inversión sostenible ha llegado para quedarse. Y es que los fondos que invierten en compañías ISR han logrado amortiguar el impacto de la crisis, según explica Luis Martín, director de ventas de BMO Global Asset Management.

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"En momentos complicados, la inversión sostenible funciona mejor que la inversión tradicional. Son compañías menos volátiles y de mejor calidad", explica el responsable de BMO.

Si se compara la rentabilidad anual del MSCI World, el índice que reúne a todas las compañías del mundo, este lleva perdiendo un 9,40%. Por el otro lado, si se mira la rentabilidad de la versión ISR de este mismo índice, las caídas alcanzan el 5,53%. "Son casi cuatro puntos de ventaja frente al índice general", analiza Martín.

Hay dos factores principales que explican porqué invertir en compañías sostenibles es rentable a largo plazo. El primero es el plano gubernamental: los estados tienen entre sus principales prioridades atender a la emergencia climática.

El siguiente factor está en los cambios en los hábitos de los consumidores. Es decir, son más conscientes con el medio ambiente y las buenas prácticas de las empresas.

Es decir, esto no es solo una tendencia, sino que aquellas compañías que siguen los criterios de responsabilidad son más rentables y por tanto, los inversores tienen más posibilidades de ganar dinero.

"La inversión sostenible está en el ADN de BMO"

BMO es pionero en inversión sostenible. Ya en el año 1984 contaban con un fondo de inversión responsable. Por eso, Luis Martín considera que la sostenibilidad está en el ADN de esta gestora. Este año, incluso, el fondo de renta variable de BMO fue elegido como el mejor fondo emergente del mundo.

"Como accionistas tenemos que tener una actitud activa para intentar que las compañías tengan mejores parámetros medio ambientales y de responsabilidad social", explica.

Sin embargo, no alcanza con invertir en estas compañías, sino que hay que exigirles a que publiquen resultados y datos sobre sus iniciativas ISR para demostrar que realmente están cumpliendo con estos criterios.