De vacaciones la economía irá de capa caída, pero en otoño podríamos estar hablando de una recuperación.

Es la conclusión del informe de perspectivas para el tercer trimestre de Bankinter en el que la entidad que dirige María Dolores Dancausa muestra prudencia, pero no demasiada. Pide estar atentos a lo que haga el S&P y en deuda, a pesar de que asumen que sigue mal este mercado, ya ven algo de luz al final del camino.

¿Lo demás?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Bankinter ya tiene fecha de mejora del mercado y mira con miedo al petróleo

La entidad naranja mira a las materias primas, infraestructuras, banca - especialmente la española y, dentro de ésta, la doméstica - y defensa como oportunidades en renta variable

Mercado en escalera... de bajada. Los rebotes pasajeros no cambian nada. Sintra, inflación y macro floja para afrontar un verano que será de ajuste de carteras, de hacer caja y esperar a que elfrío del otoño y la caída de las hojas de los árboles traiga consigo nuevos brotes.

Otoño vendrá con oportunidades de mercado, pero con una macro más que floja por una inflación acelerada al alza y las subidas de tipos, ya confirmadas.

Porque este martes en Sintra, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ya ha dicho que sí sobre las previsiones.

Los tipos de interés efectivos subirán en la reunión del próximo 21 de julio en 25 puntos básicos mientras que para septiembre, según como vaya todo, pisarán el acelerador. No mucho, pero sí podríamos terminar hablando de un rebote de hasta 50 enteros.

Invocando a Draghi

Si el asunto se descontrola, en cualquier caso, Lagarde ya ha dicho que ella está dispuesta a llegar a donde haga falta. Replicando aquel ya para la historia whatever it takes de su predecesor en el cargo, el ahora primer ministro de Italia, Mario Draghi en Londres, la exgerente del Fondo Monetario Internacional se ha ido a la histórica villa de Portugal ha hacer algo parecido.

La diferencia queda en que mientras el italiano se comprometió a “hacer todo lo necesario” para salvar al euro e inauguró para lograrlo su política monetaria expansiva, su sucesora acaba de prometer que “irá tan lejos como sea preciso” para combatir la inflación y estabilizarla al 2%.

Eso se consigue de dos formas mirando a los tipos y a la deuda. Porque siempre vamos a rebufo del mercado. Así las cosas, sobre los tipos, el problema es que sobre el precio de dinero se puede actuar, pero los beneficios estarán en el largo plazo.

Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter, en cualquier caso, es claro.

Recesión... ¿inevitable?

La desaceleración económica es inevitable. Y de fiscalidad ya no se puede tirar más.

¿El miedo? La temida estanflación donde haya crecimiento económico, sí, pero una tan elevada inflación que no nos deje disfrutar de la bonanza.

Sobre la economía en su conjunto... los riesgos a la baja, según nos dice Aranzazu Cortina quien habla de optimismo. Sobre los precios y las carteras.

La naranja espera una inflación del 5% para este año, del 3,3% para 2023 y del 2% en 2024, con una moderación de los precios "más progresiva de lo esperado" y desde unos niveles más altos. En cuanto al PIB, prevé un crecimiento del 4% para este año, del 2,6% para el que viene y del 2% en 2024, un impacto causado por la caída del consumo privado.

La previsión del consenso de Bloomberg coloca el IPC en el 6,8% en la eurozona a cierre de este año.

En cuanto a empleo, vamos a bien. Por la relación deuda-PIB, no tan positivos. Por sus apuestas de inversión, reconocen que actualmente su exposición sectorial está muy concentrada en pocos sectores para "capear el temporal". Y aquí las apuestas son claras.

Materias primas, infraestructuras, banca - especialmente la española y, dentro de ésta, la doméstica - y defensa (para aprovechar la situación de guerra actual). En Estados Unidos, la señal que invite a la toma de posiciones estaría con un S&P en los 3.400 puntos. Esa corrección hacia esos precios (el S&P cotiza actualmente en 3.900 puntos) podría darse de forma más rápida (a lo largo del verano) o más lenta (hacia el otoño).

Los resultados empresariales, dicen, irán en descenso porque las guías “son muy pobres”.

Ojo a la deuda corporativa

En la parte de renta fija, Rafael Alonso, reconoce que "los bonos transitan por un camino que no es de piedras, sino de pedruscos" ya que "vivimos en el mercado más bajista desde los años 90" y que la oportunidad está en un segmento claro: el de los bonos corporativos.

También se ha hablado aquí del mecanismo antifragmentación que está ideando el Banco Central Europeo que Lagarde insiste en que será eficaz para que no se disparen las primas de riesgos y haya problemas con la deuda periférica aunque aquí, dicen, los riesgos son mínimos.

Visto esto, dónde estaremos de aquí a unos meses en la frontera de una recesión técnica porque el proceso de adaptación al nuevo orden económico llegará, sí, pero con la calma porque la inflacióny su control llevará tiempo.

En 2024 Bankinter enciende la luz al final del túnel. Mientras, tanto, a esperar aunque ojo al petróleo porque fíjense en la parábola que provoca sobre el crecimiento económico por cada 10 dólares de rebote del crudo, el PIB deja de crecer entre un 0,3% y un 0,4% y visto que en 2022 ha subido entre 30 y 40 dólares el barril, solo por esto, la economía crecerá un 1% menos y recorrido queda todavía por delante.