La civilización maya lo utilizaba como moneda de cambio. Cola Cao, Paladín, Nesquik, Valor… toma forma y nombre mientras endulza un postre o el desayuno sosteniendo a sus espaldas un negocio de más de 98.300 millones de dólares de facturación al año. Este 7 de julio, a pesar de que por el calor puede estar derretido, es el día del chocolate.

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Cacao: de moneda de cambio para los mayas a la especulación de mercado

Costa de Marfil y Ghana están entre los mayores productores del mundo aunque apenas unn 30% de los ingresos se reparten entre sus productores

Suiza es el país que toma la delantera. Cada habitante de la república helvética consume 11kg de chocolate en los 365 días, algo más si es bisiesto, que tiene un año. Alemania y Reino Unido cierran este tridente que miran a América Latina como el gran postor y que de la mano de Argentina o Uruguay quieren hacer de este manjar su enseña, pero todavía toman muy poco de este “oro marrón”: apenas 3kg/año.

Se calcula que el consumo del cacao se acerca a las 7.450 toneladas anuales aunque cuidado que como nos alerta Santiago Peralta, CEO y co-fundador Pacari, una de las chocolateras sostenibles de Ecuador más reconocidas a nivel internacional, no todo el chocolate es cacao.

Este es un mercado que se trata de adaptar a los nuevos tiempos porque si no lo hace es “pan para hoy y hambre para mañana”. Sabemos que los recursos del planeta son limitados y que si no nos ponemos las pilas, peligra ese pequeño placer.

Placer para todos

Da igual, puro, con leche, con almendras, con avellanas o blanco. ¿A quién conocen ustedes que no les guste el chocolate?

O algunas de sus variantes. Se espera que el mercado mundial de este preciado dulce alcance los 182.090 millones de dólares para 2025, en comparación con 137.599 millones de dólares en 2019, que son las últimas cifras disponibles y aún sin registrar el impacto de la pandemia de la COVID-19 a pesar de la especulación en la que vive.

Costa de Marfil y Ghana producen más de la mitad del cacao, pero el dinero nos lo quedamos entre Estados Unidos y Europa. Estos dos países, Ghana y Costa de Marfil, sólo ganan 6.000 millones de dólares por su cacao, poco más del 4% de las ganancias de este gran mercado.

Dinero que cada vez va a menos porque la temida inflación arruina y vacía carteras, aunque mejora nuestra dieta. En este último año, la industria chocolatera se ha resentido en el mercado. El impacto de la guerra de Ucrania y la reapertura tras los confinamientos en el mercado de las materias primas provoca hundimientos en las cotizaciones de las firmas ligadas al cacao.

La mayor del sector está siendo la de la suiza Lindt&Sprüngli que en lo que va de año se ha dejado más de un 14,16% de su valor. Otra de las gigantes, la estadounidense Hershey, se las ve para recuperar el terreno perdido con unas cesiones de casi el 5% en lo que llevamos de 2022 mientras que otra de aquel país, Rocky Mountain Chocolate, firma un alza de apenas 4,33% en lo que lleva de ejercicio.

Idelia Foods, la propietaria de Coca-Cao, Nocilla o Paladín (que son lo mismo), Natra (de las marcas blancas), Chupa Chups, Nederland, Haribo o Chocolates Valor luchan en territorio nacional.

Mientras de África salen el 70% de los granos, Nigeria, uno de los grandes productores, esperan caídas en la producción y mientras los contratos en Nueva York o Londres apuntan al alza en los precios de la tonelada. Sobre los 3.000 dólares/tonelada.

"Alimento de dioses"

Dicen que el chocolate es uno de los placeres de la vida y, entre otros muchos, razón no le falta al que dijo aquello nada más tomarlo allá por 1550 cuando de América se introdujo entre las calles y ciudades de un viejo continente que terminó hablando del cacao como aquel “alimento de los dioses” en el que algunos han llegado a ahogarse.