Entre la espalda y la pared - con el semblante de un Jean-Claude Trichet - Christine Lagarde no claudica ni cuando la banca - que bien es verdad que no es de su jurisdicción - abre la puerta a las quieras que nos retrotraen a lo peor de aquella crisis financiera de 2008.

Estamos hablando de un caso SVB que no era un riesgo ante ayer para Europa, según nos decía el BBVA, pero que desempolvó los libros de cuentas en Suiza y hundió este miércoles a Credit Suisse.

El Banco Central Europeo es el primero en hablar tras la crisis de los bancos e ignora un poco todo lo que viene porque lo que se dijo en febrero de subir en marzo los 50 puntos básicos. Se mantiene y es lo que se ha hecho cuando se ha comenzado a reducir el balance de la deuda en 15.000 millones desde principios de mes.

Escucha el análisis en este Especial Información Capital con Javier Luengo:

Especial BCE | Información Capital

Analizamos cómo han afectado la crisis de Credit Suisse y la quiebra de SVB a la decisión del BCE de subir los tipos de interés en 50pbs con Juan Colás, asesor financiero en BrigthGate Advisory. Mesa de tertulia junto a Carlos González Ramos, Director Relación con Inversores Particulares de Cobas AM; David Alcaraz, socio fundador y director de inversiones de Diagonal Asset Management y Rafael Peña, socio de Olea Gestión y cogestor del fondo Olea Neutral FI con un vistazo a los mercados que corre a cargo de Víctor Mitjans, analista de Planeta Bolsa.

Lagarde ya ha dado demasiados tumbos en la llamada forward guidance, la inflación sigue altísima y si da un giro de 180º la sensación que transmitirá es que la situación es mucho más grave de lo que parece.

El organismo que preside Christine Lagarde ha decidido priorizar su batalla contra la inflación. El crecimiento de los precios se situó en febrero en el 8,5%, lo que supone 4,25 veces más que el objetivo que maneja la autoridad monetaria, una brecha le ha impedido tomarse siquiera una pausa en el camino.

Los tipos oficiales sobre el euro firman desde este jueves sobre el 3,5% en el marco de una normalización histórica de la política monetaria entre los 20 socios que compartimos la moneda única, el euro. En el caso de los tipos de facilidad de depósito se elevan hasta el 3%.

"Las decisiones sobre los tipos dependerán de los datos macro y financieros, además de las perspectivas de inflación", asegura el organismo en un comunicado en el que apuntan a que sus previsiones se elaboraron antes de estallido de las crisis financiera provocada por SVB y Credit Suisse.