Apple, Amazon, Meta o Microsoft ostentan el reinado en el mercado. Los reguladores, tras años de pensarse cómo actuar, van pasando poco a poco a la acción y poniendo coto a sus actividades. Las multas ya existen, pero les conviene más pagarlas que tener que cambiar sus modelos de negocio.

Bruselas piensa ahora en grande. La Unión Europea toma la delantera. ¿Cómo va a quedar ahora el sistema?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

La UE o cómo las grandes tecnológicas han perdido ya la guerra

El nuevo texto pactado entre las instituciones comunitarias está previsto que se haga público en los próximos días y ponga coto a las actividades de Apple, Microsoft, Booking o Alibaba

Una mujer controla los hilos del sistema. Una mujer contra las grandes tecnológicas. Esta mujer Magrethe Vestager, comisaria de Competencia de la Comisión Europea. En el Ejecutivo comunitario desde 2014 y vicepresidenta ejecutiva desde 2019.

A la guerra ha ido contra Apple, Meta, la matriz ahora de Facebook e Instagram y Amazon también han estado en el punto de mira, pero su ‘dolor de cabeza’ no está sobre estas (que también) sino sobre la todopoderosa Alphabet, la que controla a Google y desde las pantallas de nuestros ordenadores nos dice qué nos conviene buscar en internet, qué tenemos guardado en la etérea ‘nube’ o las comunicaciones, correo electrónico mediante, que cada día, cada hoy, cada minuto nos llegan a la bandeja de entrada.

Todas estas empresas en el último ejercicio ganaron cerca de 280.000 millones de euros, un 55,6% más que en el año anterior y al contrario que el resto de sectores vieron cómo el dinero no dejaba de llegar en medio de una pandemia y con el incremento de las interacciones digitales como nunca en la historia se habían registrado.

Alphabet fue la firma donde los ingresos crecieron más que en ninguna otra compañía, un 41% seguida de Meta (a pesar de los problemas provocados por la crisis de reputación entre sus filas). A pesar de todo, Amazon firmó como la compañía con más facturación, pero menos ganancias y, al contrario, Microsoft apenas incrementó un 20,6% sus millones en ingresos.

Mundo 'real' de vuelta y media

Entre toda la vorágine, Apple ha superado los 3 billones de capitalización bursátil. Algo que sucedía antes de la pandemia. Remarcar estos hitos entre los inversores, pero que la COVID-19 paró en seco.

Con el mundo ‘real’ como se suele decir, ‘patas arriba’ el digital va cogiendo impulso y las empresas tecnológicas son ahora tan poderosas como los Estados-nación: son actores geopolíticos de primer orden.

Con capitalizaciones que superan a la economía de muchos países (España también) sus algoritmos son el oro del siglo XXI. Bueno, sus algoritmos no, los datos que recogen esos algoritmos y que nos roban a nosotros para decirnos lo que nos gusta (o nos debería gustar en base a su criterio) además de los planes que tenemos que hacer para pasar el fin de semana o la pareja con la que deberíamos pasar “el resto de nuestra vida”.

Las tecnológicas hoy son nuestro primer plato. Los gobiernos, acostumbrados a tener el bastón de mando, dicen que por ahí no pasan y la nueva Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea es solo el primer paso.

A la cabeza

La nueva Ley de Mercados Digitales que prepara la Unión Europea, que ya dicen que la tienen ultimada, pero que no hacen pública a pesar de las presiones nos pone a la cabeza del mundo.

“Evitar que abusen de su poder” es la finalidad última que Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea y excomisario de Competencia, aquí, en Mercado Abierto, nos decía que era la nueva política económica de la administración de Úrsula von der Leyen.

La de Almunia es la administración que hoy gestiona Vestager. Bruselas, por primera vez (o de las pocas que ha sucedido) va por delante de Washington. Estados Unidos nos imita y a pesar de las presiones los lobbies tecnológicos son ingentes.

Según datos de Transparencia Internacional al frente de todo está Google con más de 200 reuniones mantenidas con las autoridades bruselenses segura de Facebook, Microsoft o Apple que apenas llega a la centena de citas. En lo que, más o menos, coinciden todos es en el plan de gasto que necesitan: 5.000 millones de dólares por cabeza.

Más allá de Bruselas, los gobiernos nacionales han decidido pasar a la acción. Países Bajos ha impuesto más de una multa a Apple por no dar su brazo a torcer en cuanto al sistema de pagos de su tienda de aplicaciones.

En Alemania, el organismo de control de competencia van a por Google y Facebook por un trato preferencial a sus servicios y cruzando el Canal de La Mancha, Reino Unido tras el Brexit está tratando de crear su propio organismo de control tecnológico centrado en el dominio del mercado.

A por todas (y no solo las big tech)

Un sistema que a pasos de gigante avanza y que puede que nunca vuelva a ser el mismo. La propuesta adelantada por Financial Times y a la espera de confirmarlo por las autoridades es clara: a por las empresas con una capitalización de, al menos, 75.000 millones de euros y que ejecuten trabajos relacionados con internet. Para estar en el foco del regulador comunitario deberá contar con 45.000 usuarios activos.

¿A por quiénes van entonces? Las que ya hemos comentado: Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft, pero esto va más allá. Podrían ‘caer’ en los brazos de Vestager la web de viajes y reservas Booking.com y la asiática ligada al comercio electrónico, Alibaba.

Según lo que trasciende es que se les obligará a todas estas a ofrecer a los consumidores la opción de elegir qué correo electrónico o motor de búsqueda utilizar. En la práctica, cuando se compren ustedes un Android no tendrán porqué utilizar Chrome y si es un dispositivo de Apple, la aplicación de Safari. Las aplicaciones instaladas por defecto se podrán desinstalar y las aplicaciones de mensajería como WhatsApple deberá poder interactuar con rivales más pequeños.

“Necesitábamos una respuesta innovadora y contra viento y marea, lo hemos conseguido”, este es el resumen de una ley que para Thierry Breton, comisario de Mercado Interior en Financial Times, es “esencial” para el bloque comunitario.

Así las cosas, lo que sí que tienen seguro hoy la Unión Europea (y el resto del mundo) es que no pueden dejar que se pase el tiempo.