La primera ministra británica, Theresa May, reúne hoy a sus ministros para preparar los próximos pasos sobre el brexit. Después de que ayer mantuviera negociaciones con varios diputados de su partido contrarios a apoyar su acuerdo con Bruselas. La idea es que la Cámara de los Comunes apruebe hoy que se permita otra votación sobre el mismo texto, que sería ya la tercera, y se pueda debatir a partir del miércoles y que el Parlamento lo apruebe, o no, antes del viernes. El ministro del brexit, Stephen Barclay, reconoce que "el riesgo de unas elecciones generales aumenta porque potencialmente se tiene una situación en la que el parlamento está instruyendo al ejecutivo para que haga algo que va en contra de lo que fue elegido para hacer. Ahora bien, si esa votación se aprueba y la Cámara de los Comunes toma el control del orden del día, entonces en ese proceso habrá votaciones el miércoles".

Ahora bien, correspondería al Gobierno decidir entonces el momento oportuno para decidir si devuelve una votación significativa antes o después de esa fecha y obviamente, eso dependerá del debate de este lunes y del resultado de esa votación

Aunque Theresa May, también se enfrenta a la perspectiva de que los diputados del Reino Unido tomen el control de la agenda para revelar qué apoyo existe para otras opciones. En la última cumbre europea, May logró que sus socios aplazaran la fecha del Brexit, fijada en principio para el 29 de marzo, hasta el 12 de abril.

La primera ministra se enfrenta a una posible rebelión en las filas de su propio gabinete. Y es que hasta 11 ministros planean plantarse contra Theresa May en la reunión de hoy para forzar su salida del Ejecutivo. Según The Sunday Times, si se niega a una serie de sus reclamaciones estarían dispuestos a dimitir de forma masiva o a pedir su cabeza públicamente. Los nombres que suenan con más fuerza para suceder a May son los de su "número dos", David Lidington, o el de Medioambiente, Michael Gove, que se ha apresurado a negarlo. Prefiere esperar a lo que ocurra esta semana: "Creo que este es el momento de tener las cabezas frías. Lo que tenemos que hacer es concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos y asegurarnos de que recibimos el máximo apoyo posible para la primera ministra y su acuerdo".

Fuentes de Downing Street señalan que, a pesar de las presiones, la mandataria no tendría intención de presentar su dimisión. Aunque, según la BBC, podría conseguir el apoyo al acuerdo con Bruselas, si al final promete dejar el cargo en breve.