La pandemia ha acelerado importantes procesos tecnológicos como la incorporación del teletrabajo, un aumento en las ventas online y un mayor uso de internet. Sin lugar a dudas el mundo post coronavirus no será igual al de antes y esto tendrá un gran impacto sobre el mercado laboral del futuro.

En el libro El empleo en la era digital: cómo cambiará nuestro trabajo tras el COVID-19, José Joaquín Flechoso y los miembros de Cibercotizante han recopilado toda la información para ofrecer un panorama sobre el mercado laboral del futuro.

Escucha la tertulia completa en el siguiente podcast.

Cibercotizante: Así cambiará nuestro trabajo tras el COVID-19

En el libro El empleo en la era digital: cómo cambiará nuestro trabajo tras el COVID-19, José Joaquín Flechoso, Sebastián Reyna, Vicente Gil, Javier Placer, Francisco Ginel, Javier Cantera y Jesús R. Mercader Uguina han recopilado toda la información para ofrecer un panorama sobre el mercado laboral del futuro. 

Una de las conclusiones a las que han llegado los expertos es que si bien se perderán muchos trabajos, se crearán muchísimos más. Según el World Economic Forum se van a perder 75 millones de empleos entre el 2020 y 2030 pero llegarán 133 millones nuevos. Además, se estima que el 85% de los empleos que tendremos al final de la década aún no se han creado.

La diferencia está en que los robots también ocuparán puestos de trabajo. En Asia incluso ya hay algunas máquinas que tienen cargos de mando. Y para adaptarse a esta nueva era, José Joaquín Flechoso asegura que no menos del 54% de todos los trabajadores necesitará una recapacitación.

Los tres sectores claves en la próxima década

Las áreas que registrarán un mayor crecimiento a nivel de empleo serán los que refieren al análisis de datos, los de servicio al cliente o marketing digital y por último, los que tienen que ver con la inteligencia artificial.

Está claro que el mayor reto del mercado laboral del futuro es "reducir la brecha digital". Millones de personas tendrán que aprender nuevos oficios para no convertirse en "inempleables". Y es que como concluye Flechoso, "ninguna revolución se ha producido sin la pérdida de trabajo ni la creación del mismo".