La economía japonesa se contrae más de lo esperado en el cuarto trimestre. El PIB ha caído un 1,4% debido al descenso del gasto de los consumidores de las exportaciones. El consumo privado, que representa el 60% del Producto Interior Bruto, ha bajado un 0,8%, cifra peor de lo  previsto y una señal de que las políticas de estímulo de Abe no han logrado fomentar un mayor gasto de los hogares.

Entre las señales positivas, el gasto de capital que ha repuntado un 1,4% cuando el mercado esperaba una caída. El jefe de Gabinete del Gobierno de Japón, Yosihihide Suga, destaca los aspectos positivos del PIB: "Los beneficios financieros son buenos y también se están recuperando los ingresos. Ambos son fundamentos económicos y no creo que haya un cambio en la mejora económica en el futuro".

Los datos de octubre-diciembre, tercer trimestre del ejercicio fiscal nipón 2015, muestran que el consumo doméstico retrocedió un 0,8 por ciento respecto al trimestre anterior. Este componente, que representa aproximadamente el 60 por ciento del producto interior bruto nipón, recayó principalmente debido a las débiles ventas de prendas de la temporada invernal,

Las exportaciones, otro de los motores de la economía nipona, cayeron un 0,9 por ciento a raíz del descenso de la demanda en Estados Unidos, así como en China y en otras economías emergentes. En el apartado positivo destaca el incremento de la inversión de capital del 1,4 por ciento, una las piezas que el actual Gobierno del primer ministro Shinzo Abe se ha propuesto activar para estimular la recuperación.

También se han conocido datos de producción industrial de diciembre que cae un -1,7%, cifra peor de lo esperado.