Este fin de semana, viernes y sábado, ha tenido lugar un festival neonazi de rock en un pequeño pueblo de Alemania llamado Ostritz. Este festival, llamado Schild und Schwert, lleva años celebrándose un fin de semana al año en el mes de junio en honor al nacimiento de Adolf Hitler, que en realidad es el 20 de abril. En este festival se reúnen entre 500 y 600 personas con notables tendencias de ultraderecha de toda Europa.

Este festival está organizado por Thorsten Heise, vicepresidente del partido de extrema derecha, y en él se venden camisetas con frases como I love Hitler, carros de combate de juguete y pósters con textos como Hermandad Aria, entre otros productos de merchandising.

Este año, sin embargo, la policía junto con los habitantes del pueblo de Ostritz han conseguido fastidiarles parte del fin de semana.

Los cuerpos de seguridad tomaron medidas como instalar controles en las carreteras y en la estación de tren y, además de que estaba prohibida totalmente la venta de alcohol en el Festival Schild Und Schwert (que en español significa escudo y espada), que se celebraba en un hotel, la policía realizó exhaustivos controles de seguridad a la entrada del festival en los que requisó unos 4400 litros de cerveza.

Pero eso no ha sido suficiente para los vecinos de Ostritz. Unas 300 personas se manifestaron pacíficamente contra esta celebración y convocaron en la plaza central una fiesta de la paz que impediría a los ultraderechistas desfilar por toda la localidad con antorchas.

Pero, la iniciativa más grande que tuvieron, tras confiscar la policía toda esa cerveza, fue ir a los supermercados y arrasar con todas las cajas de cerveza del pueblo que había para evitar que la compraran los neonazis y, de nuevo, como protesta, ya que su única opción para acceder de nuevo a estas bebidas era acudir a estas tiendas.

¿Cuánto les ha costado este acto a los ostritzenses? Vamos a echar cuentas.

Ostritz es un pueblecito pequeño con alrededor de 2500 habitantes. Según los medios, estos compraron más de 100 cajas de cervezas. En las fotos de la hazaña que han publicado algunos periódicos se puede apreciar que hay 20 cervezas por caja. Y según preciosmundi.com, una cerveza importada de 33 centilitros cuesta alrededor de 1,21€, mientras que la cerveza nacional de medio litro serían unos 76 céntimos.

Si hacemos el cálculo con el precio de la cerveza importada, por calcular al alza, serían 100 cajas por 20 cervezas, 2000 cervezas, multiplicado por el 1,21€ que cuesta cada cerveza nos da un total de 2420€, que suena a mucho, pero dividido entre los 2500 habitantes no sale ni a un euro por persona, concretamente 0,968 céntimos.

Seguramente fueran más cervezas, los precios varíen bastante y no haya participado el totalidad del pueblo de Ostritz, pero si realmente todo el pueblo se une, les sale baratísimo boicotear este tipo de actos neonazis. Y, como ha dicho Michael Kretschmer, el ministro principal del estado de Sajonia, donde se encuentra este pueblo, “la victoria de la lucha contra el extremismo solo puede surgir de la propia sociedad; cuando no se receta, sino que surge del propio pueblo”.