Estados Unidos ha anunciado un acuerdo para iniciar un plan de paz en Gaza, con una primera fase que incluye un alto el fuego inmediato. El presidente estadounidense Donald Trump confirmó el pacto, en el que han mediado también Qatar, Egipto y Turquía, y que ha sido aceptado tanto por Israel como por Hamás.
Vicente Palacio, director de Política Exterior de la Fundación Alternativas, califica el acuerdo como "un grandísimo acontecimiento". Sin embargo, advierte de que su éxito "va a depender de la letra pequeña. El diablo está en los detalles negociadores".
Se pone en marcha la primera fase del plan de paz que incluye el cese de hostilidades, liberación de rehenes y retirada parcial de tropas israelíes.
Los tres pilares de la primera fase del acuerdo
El acuerdo contempla tres puntos fundamentales en su fase inicial. Primero, un cese inmediato de las hostilidades que permitirá la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y la liberación del cruce de Rafah con Egipto. Segundo, un intercambio de rehenes y prisioneros que podría comenzar este domingo o lunes: Hamás liberará a 48 rehenes israelíes (se estima que 20 podrían estar vivos), mientras Israel liberará a 270 condenados palestinos y a 1.700 detenidos. Y tercero, una retirada parcial de tropas israelíes, aunque todavía sin muchos detalles al respecto.
Quedan pendientes aspectos cruciales como el desarme de Hamás y la gobernanza transitoria de la Franja de Gaza, temas que se abordarán en fases posteriores del plan.
Vicente Palacio señala como aspecto destacado que "en el acuerdo se dice que Israel renuncia expresamente a anexionarse Gaza, y eso es una gran novedad". Sin embargo, expresa dudas sobre cómo se implementará la retirada total del ejército israelí a medida que Hamás entregue las armas.
"Cuando se dice que Hamás no tendrá ningún papel político en el futuro de Gaza y de Palestina, habría que ponerlo entre paréntesis porque son organizaciones muy asentadas que históricamente han hecho un papel importante de estabilizador social"
