Los compuestos orgánicos volátiles (COV) son sustancias químicas presentes en el aire que respiramos y que pueden afectar nuestra salud. Estos compuestos se encuentran en estado gaseoso a temperatura ambiente, lo que facilita su inhalación. De ello hablamos en este espacio con María Ángeles Hernansanz Ruiz-Gálvez, directora del Laboratorio de Medio Ambiente, Prevención y Alimentos de SGS, quien explica que los COV provienen tanto de fuentes naturales como industriales. "El limoneno, que da el olor característico al limón, es un compuesto natural", señala Hernansanz.
Los COV de origen industrial, más preocupantes para la salud, se encuentran en "la industria de la construcción con distintos tipos de materiales, revestimientos, maderas. Tenemos las industrias de disolventes, de pinturas, farmacéutica, cosmética. También de las alfombras, de las limpiezas en seco, de las moquetas", detalla la experta.
La acumulación de estos compuestos es significativamente mayor en espacios interiores. "Hay estudios de la FDA que hablan de que incluso hay de 2 a 5 veces más que en el exterior", advierte Hernansanz.
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Hablamos de qué respiramos y del impacto invisible de los COV con Mariangeles Hernansanz-Ruiz Gálvez, Directora de laboratorio de medioambiente, prevención y alimentos de SGS.
Efectos en la salud
El contacto con estos compuestos puede provocar desde síntomas leves hasta problemas graves. "Puede ir desde una irritación ocular, una irritación de garganta, unas náuseas, un dolor de cabeza, a enfermedades crónicas más graves relacionadas con el sistema endocrino", señala la especialista.
Estos disruptores endocrinos "se cuelan en nuestro organismo y cambian cómo funciona ese metabolismo que tenemos de forma natural", y pueden causar problemas respiratorios, neurológicos e incluso cáncer en exposiciones prolongadas.
Detección y prevención
Para detectar estos contaminantes, SGS utiliza soportes especiales que captan los COV del aire. "Suelen ser unos tubos que tienen carbón activo u otro absorbente que retiene ese contaminante", explica Hernansanz. El análisis se realiza mediante cromatografía de gases.
En cuanto a la prevención, la experta recomienda medidas sencillas: "Tener un conocimiento de lo que estamos utilizando, leernos las instrucciones de lo que estemos manipulando, saber que si estamos con la acetona no dejarla abierta, cerrarla bien, almacenarla bien".
También aconseja ventilar los espacios interiores, no fumar en casa y considerar el uso de purificadores con filtros HEPA. "El consejo de las abuelas de ventilar siempre la casa tiene mucho sentido", concluye.