La metodología Lean, cuyo término en inglés significa "esbelto", es mucho más que una simple filosofía de gestión. Como explica Miguel Ángel Jiménez, Global Head en Iberia Country Manager de Productivity en SGS, "es una filosofía y una metodología que fundamentalmente consiste en identificar todo aquello que no aporta valor para el cliente y, una vez identificado, minimizarlo o eliminarlo con el objetivo de mejorar la cuenta de resultados".
El enfoque Lean resulta aplicable a cualquier tipo de empresa, independientemente de su tamaño. "Da igual si es una multinacional o una micropyme. Entre nuestros clientes tenemos desde multinacionales con miles de trabajadores hasta micropymes de dos empleados", señala Giménez.
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Un cambio que nace desde dentro
El proceso de implementación en SGS comienza con un diagnóstico gratuito donde se identifican áreas de mejora. Sin embargo, el factor diferencial radica en la participación activa de los empleados. "Todo esto se hace con la implicación de todos los trabajadores. Las personas son clave en la implantación de un sistema Lean", afirma Giménez.
Lo más sorprendente es que la implementación se desarrolla "de abajo arriba y no de arriba abajo", para conseguir que "todos los empleados tiren del carro, se empoderen, trabajen en equipo y consigan ellos mismos esas mejoras".
Casos de éxito reales
Tras 20 años aplicando esta metodología, SGS Productivity acumula numerosos casos de éxito. Uno de ellos es Cascajares, donde "conseguimos mejorar diez puntos el EBITDA, mejoramos los tiempos de cambio de sus máquinas, el mantenimiento, la calidad y la logística", recuerda Giménez.
Otro caso destacable ocurrió en un hospital público español donde analizaron el proceso completo de un paciente con cáncer. "Conseguimos reducir en más de dos meses el tiempo de ese proceso. Imagínate lo que supone para un paciente 60 días antes que te puedan tratar", explica.
El compromiso con los resultados es total: "Si no le ahorramos al cliente más de lo que costamos, no cobramos", asegura Giménez, quien destaca que los beneficios no son solo cuantitativos sino también cualitativos.
Para las empresas que aún no han implementado esta metodología, el consejo es claro: "Tenemos que ser conscientes de que podemos mejorar y queremos mejorar. La mejora es infinita, siempre se puede mejorar", concluye Giménez, recordando que en el competitivo entorno actual, "quedarse como uno está es empeorar".