Recientemente las grandes compañías energéticas y los grandes fondos de inversión están poniendo el ojo en el país de Oceanía.

Muchos os preguntaréis ¿Por qué Australia?

Australia es una tierra despoblada, que cuenta con una gran cantidad de sol y fuertes vientos, esto hace que geográfica y climáticamente cumpla con todos los requisitos para el correcto desarrollo de estas energías verdes.

Escucha la entrevista completa en este podcast de Mercado Abierto:

Australia, la tierra prometida de las energías renovables

Australia, el segundo país menos poblado del mundo, con una extensión dos veces mayor que la India parece estar viviendo una revolución en renovables

Uno de los motivos que ha impulsado este cambio es su sistema de abastecimiento energético, que estaba un tanto anticuado, era un sistema centralizado de generación, basado en grandes instalaciones de combustibles fósiles.

Grandes soluciones para un futuro sostenible

La situación global de desabastecimiento y crisis energética no habían pasado por alto en el país de Oceanía, que tras años de mala política frente a estas nuevas alternativas, empezaba a ser un tanto dependiente y endeble en la producción de fósiles.

Toda esta situación dio un giro radical tras la llegada al gobierno del actual primer ministro Anthony Albánese, que entre sus propuestas anuncio que las renovables aportarían el 80% de la luz en Australia para el año 2030.

La puesta en marcha de estas medidas no solo mira hacia el futuro sostenible, todo es muy idílico cuando de política estamos hablando, pero es que la crisis energética podría venirle a la antigua colonia británica como agua de mayo. Y es que dedicar solo un 2% del terreno a la energía verde podría generar más de 20 veces las necesidades del país y convertirlo en un importante exportador.

La carrera verde

Llegados a este punto en el que cobra cierto sentido la fiebre verde en Australia vamos a ponernos al día, por tras abrirse la veda son muchos los cazadores por esta carrera de renovables.

En esta historia no podían faltar las grandes energéticas, y aquí aparece Iberdrola, que como si de James Cook se tratase entro al país con una inversión de entre 2.000 y 3.000 millones, esta inversión va ir destinada a proyectos como el parque solar de Avonlie, el parque eólico de Flyer Creek y el complejo de energía renovable de Port Augusta.

Este era solo un primer paso por parte de la compañía, que empezaba a ver el potencial del territorio y adquiría los derechos del parque eólico más grande del mundo. Hasta la fecha, la compañía vasca ha instalado más de 1.062 megavatios.

Iberdrola no iba a ser el único al acecho, pues Acciona Energía entraba también en el continente, cerrando varios acuerdos, entre ellos están: el suministro de energía a largo plazo de 150 megavatios renovables con la compañía eléctrica estatal de Queensland y el acuerdo con la eléctrica pública CleanCo para la adquisición de la producción anual de 400 MW.

Por último se sumaba a esta iniciativa el fondo canadiense Brookfield, que junto con la compañía americana EIG Global Energy ofrecían 12.000 millones por la empresa Origin Energies, compañía estatal que desarrolla gas natural licuado, y que según ha dicho la compañía de capital privado, con esta compañía tienen la posibilidad de liderar e invertir en la transición energética.

Todo en marcha

Mientras todo esto sucede, cada día se consolida más el sector renovables en Australia y parece que definitivamente si será el dorado de la energía limpia.