Tener dinero físico en casa ya no parece ser opcional. De hecho, nos encontramos en un momento en el que contar con ello es más importante que nunca. Si la pandemia impulsaba el pago con tarjeta o con el móvil, el apagón que sufría la península hace ya casi dos semanas ha logrado hacer resurgir la importancia del dinero en efectivo.
Escucha el A pie de calle de Mercado Abierto con Jorge de Miguel e Ismael Fariñas:
El reciente apagón y el colapso de los sistemas de pago digital reavivan la necesidad de tener efectivo como medida de seguridad ante emergencias
La falta de suministro eléctrico provocaba que datáfonos o terminales de punto de venta se quedaran sin acceso a la red de comunicaciones o directamente sin batería, haciendo imposible poder recargarlas.
De este modo, cientos de negocios perdían la capacidad de cobrar a los clientes por pago magnético, que unido al cierre de sucursales bancarias y la inutilidad de cajeros automáticos, dejaba a muchas personas sin poder adquisitivo inmediato para afrontar la emergencia.
Desde el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada subrayan la importancia de reunir entre 250 y 1.000 euros en metálico, una pequeña suma de dinero que puede marcar la diferencia en un contexto de crisis nacional.
En caso de emergencia el efectivo es fundamental
A pesar de que el efectivo ha sido relegado en favor del pago móvil, nueve de cada diez personas lo sigue considerando fundamental en situaciones de emergencia. Casi el 60% destaca este medio de pago como la mejor opción para protegerse ante caídas del sistema o ciberataques, según revela un estudio elaborado por Nickel.
Y es que, a raíz del apagón, no sólo se disparaba la búsqueda de linternas. Según apunta un análisis de Fintonic, las retiradas de efectivo aumentaban en los días posteriores casi un 40%.
Visto lo visto y, una vez más, la balanza entre lo digital y lo analógico se inclina hacia lo tradicional, recordándonos que no todo lo nuevo reemplaza lo esencial. Porque, como señala la sabiduría popular, con dinero en mano, todo es llano.