Las materias primas han sido uno de los activos más alcistas en el cierre del primer semestre, manteniéndose en el punto de mira de los inversores durante todo el ejercicio. Aunque la reciente volatilidad geopolítica ha puesto el foco en el crudo, son los metales preciosos los que han brillado con luz propia como principal motor de rentabilidad.
El impacto del conflicto en Oriente Medio sobre las energéticas
En el último mes, las materias primas energéticas han tomado el relevo en los mercados. Según Carlos de Andrés, director de ventas para Iberia en WisdomTree, "las materias primas energéticas, especialmente el petróleo y el gas, han sido protagonistas. Esto ha estado muy claramente vinculado a las tensiones en Oriente Medio, concretamente en el estrecho de Ormuz".
Carlos de Andrés, director de ventas para Iberia en WisdomTree, analiza las tendencias del platino, oro, plata y cobre en el actual escenario geopolítico.
A pesar de que las tensiones parecen haberse calmado, De Andrés señala que "el petróleo sigue cotizando con una prima de riesgo geopolítica importante, pero también influido por factores estructurales". Entre estos factores destaca el recorte de producción de la OPEP y una demanda global relativamente estable, principalmente desde Asia.
El platino emerge como nueva oportunidad de inversión
Más allá del petróleo y el gas, el comportamiento de los metales preciosos ha sido excepcional durante todo 2025. Actualmente, el platino está atrayendo un importante flujo inversor, convirtiéndose en uno de los activos más prometedores.
"En lo que va de año el platino ha pasado a estar en el centro de atención de muchos inversores institucionales de WisdomTree y lo estamos siguiendo con mucho interés", afirma De Andrés.
Este renovado interés se debe principalmente a dos factores: el industrial, ya que está sustituyendo al paladio en los catalizadores de automóviles, y el financiero, pues ofrece una oportunidad de diversificación con un atractivo perfil de riesgo-rentabilidad.
La plata: entre metal industrial y refugio financiero
Respecto a la plata, De Andrés destaca su naturaleza dual: "La plata está teniendo un año muy bueno, muy interesante y lo que vemos es una combinación única de fundamentos industriales y financieros". Más del 50% de su demanda tiene componente industrial, siendo clave en sectores como la energía solar y la electrónica avanzada.
Además, comparte con el oro su papel como metal precioso, aunque con mayor volatilidad, lo que atrae a inversores que buscan mayor potencial de rentabilidad. El experto también señala que el mercado de plata registra déficits de oferta desde hace varios años, contribuyendo a la presión alcista en los precios.
El oro mantiene su fuerza pese a la consolidación
En cuanto al oro, De Andrés considera que lo visto desde los máximos de abril es "un descanso técnico más que un cambio de tendencia".
Los factores estructurales que han impulsado su subida siguen activos, incluyendo las compras de bancos centrales en países emergentes como China o Turquía, un contexto monetario favorable con posibles recortes de tipos por parte de la Reserva Federal, y la persistencia del factor geopolítico.
El cobre y otros metales industriales
Finalmente, De Andrés destaca el cobre como "uno de los metales más estratégicos en este momento", siendo un claro beneficiario de la transición energética.
"Es esencial para las redes eléctricas. Es esencial para la fabricación de vehículos eléctricos. Es esencial para prácticamente cualquier infraestructura relacionada con las energías renovables", explica el experto, señalando que su demanda estructural crece constantemente mientras la oferta enfrenta desafíos.
El panorama de las materias primas muestra un escenario dinámico donde los metales preciosos lideran la rentabilidad, mientras las energéticas mantienen su relevancia al compás de las tensiones geopolíticas. En este contexto, los inversores encuentran oportunidades tanto en los tradicionales oro y plata como en metales industriales estratégicos para la transición energética.