La operación de parques eólicos está experimentando una profunda transformación gracias a la incorporación de la Inteligencia Artificial. Lo que podría parecer un proceso sencillo —aprovechar la fuerza del viento para generar electricidad— esconde una complejidad que va mucho más allá del simple giro de un aspa, abarcando desde la producción óptima de cada turbina hasta la detección anticipada de fallos. ¿Para qué se usa la Inteligencia Artificial en los parques eólicos?
Análisis con Nagore Guarretxena, digital strategy de Skyspecs; Juan Manuel González, responsable de innovación de Solute; Peio Oria, director reducción de riesgo de desastres de Tesicnor y Juan de Dios López, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica.
Escucha aquí el programa completo:
Análisis con Nagore Guarretxena, digital strategy de Skyspecs; Juan Manuel González, responsable de innovación de Solute; Peio Oria, director reducción de riesgo de desastres de Tesicnor y Juan de Dios López, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica
Juan de Dios López, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica, define la inteligencia artificial como "un conjunto de metodologías, algoritmos y modelos matemáticos que nos permiten procesar grandes volúmenes de datos y emular cierta manera de razonar". Según explica, dependiendo del modelo y la aplicación, "se puede dar soporte a prácticamente cualquier tarea" dentro del sector eólico.
"Hoy hablamos de inteligencia artificial, pero hay diferentes modelos: aprendizaje no supervisado, aprendizaje por refuerzo, machine learning, deep learning, modelos generativos... Cada uno tiene puntos fuertes para ser utilizado en un área específica", detalla López, quien asegura que "estamos apenas rascando la superficie" de su potencial.
Aplicaciones reales en la industria eólica
Los expertos comparten las diferentes formas en que sus empresas están implementando la inteligencia artificial. Nagore Guarretxena, Digital Strategy de SkySpecs, explica que utilizan IA generativa diseñada para crear nuevo contenido: "Utilizamos modelos de lenguaje que aprenden terminología especializada y contexto operativo para redactar informes, responder consultas técnicas y mantener conversaciones especializadas. Funciona como una ingeniera experta con acceso a millones de documentos técnicos".
Por su parte, Peio Oria, Director de Reducción de Riesgos de Desastres de Tesicnor, señala que su departamento se dedica "al análisis de riesgos climáticos y naturales que pueden afectar a las operaciones en los parques eólicos", utilizando técnicas de IA para analizar grandes conjuntos de datos geoespaciales y desarrollar sistemas de alerta temprana mejorados.
Juan Manuel González, responsable de innovación de Solute, destaca cómo la IA les ha permitido optimizar las operaciones de mantenimiento: "Utilizamos modelos para detectar patrones en imágenes de inspecciones de palas de aerogeneradores, lo que nos permite tener un pre-etiquetado para que la persona que revisa simplemente tenga que comprobar si es un defecto o no".
Gestión y control de datos: el gran desafío
Uno de los principales retos identificados es la gestión adecuada de los datos. Como señala Peio Oria, "hay un trabajo ingente de preparación de datos", que implica recolectarlos, formatearlos y hacerlos interoperables. A esto se suma la preocupación por la seguridad y privacidad de la información.
Juan de Dios López resalta la importancia de este aspecto: "En Europa tenemos una cantidad de normativa y regulación bastante grande en cuanto a la seguridad de los datos. Además, el sistema energético es un sistema crítico para un país y cualquier posible amenaza que pueda menoscabar su seguridad es algo a tener muy en cuenta".
Nagore Guarretxena añade que "al igual que hay que darle mucha importancia a asegurar la calidad, la fiabilidad y la estructuración de los datos, hay que dirigir los recursos necesarios al tema de la privacidad". Por su parte, Juan Manuel González menciona que "muchas veces hay reticencia a compartir los datos por la preocupación de que puedan ser utilizados de una manera que no se esperaba".
El factor humano y la necesidad de formación
Los expertos coinciden en que, a pesar del avance tecnológico, el factor humano sigue siendo crucial. "Una inteligencia artificial es como un niño superdotado, pero no deja de ser un niño. Hay que orientarlo bien", comenta Juan de Dios López.
En cuanto a la preparación del personal, López señala que "hace falta formación y un mayor entendimiento. Y como esto está evolucionando de manera tan rápida, esa formación tiene que ser terriblemente dinámica".
La conclusión de los expertos es clara: la inteligencia artificial está transformando profundamente la operación de parques eólicos, pero su implementación exitosa requiere tanto una gestión adecuada de los datos como personal capacitado que sepa formular las preguntas correctas y evaluar las respuestas. El sector apenas está comenzando a explorar las posibilidades que esta tecnología ofrece para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la energía eólica.
