China se ha posicionado como el líder indiscutible del sector eólico mundial. En 2024 ha instalado más de 80.000 megavatios de nueva potencia eólica y ha superado con creces a todos los demás países juntos, según el último informe de la consultora Wood Mackenzie.

España, que actualmente ocupa el sexto puesto mundial en potencia eólica instalada, ha perdido un lugar respecto a años anteriores. Mientras tanto, China no solo lidera el ranking, sino que domina también la fabricación: los tres mayores fabricantes de aerogeneradores del mundo en 2024 son chinos (Goldwind, Envision y MingYang), y seis de las diez principales empresas del sector tienen origen chino.

Sobre el papel de China en el sector eólico tanto a nivel tecnológico como industrial y sobre competitividad hemos hablado con Félix Valdivieso, presidente del China IE Center y autor del libro “China para los nuevos bárbaros”. 100 ideas para comprender este país”.

Escucha aquí el programa “Ondas del Viento” completo:

Entrevista con Félix Valdivieso, presidente del China IE Center y autor del libro "China para los nuevos bárbaros".

Analizamos la importancia y los retos que presenta el desarrollo de China en el sector eólico tanto a nivel tecnológico como industrial.

La clave del éxito chino: planificación estratégica

Para Félix Valdivieso, presidente de China IE Center, el éxito del país asiático se basa fundamentalmente en la planificación. “No hay ningún sector en el que China no esté metida o en el que el gobierno chino no haya planificado previamente y a largo plazo una serie de estrategias", explica Valdivieso.

Según el experto, el modelo chino tiene una ventaja clara: "cuando se dan cuenta de que se están equivocando, corrigen el rumbo". Por eso señala que "las democracias occidentales deberían aprender de esta planificación y ponerse de acuerdo en determinados asuntos cruciales como la energía".

De la imitación a la innovación tecnológica

Sobre el avance tecnológico de China, Valdivieso rechaza la idea de que se pueda frenar su desarrollo mediante instrumentos como los aranceles: "Por muchos aranceles que les pongas a los chinos o a la salida de los productos del mercado chino, ellos tienen ya los recursos tecnológicos para andar solos. No necesitan la imitación que antes era la principal fuente de adquirir tecnología".

El presidente de China IE Center explica que la evolución tecnológica china ha seguido un patrón similar al del arte: "La tecnología y la ciencia tienen dos fuentes: una es la imitación y otra es la inversión. La imitación suele estar denostada porque se considera que el que copia no tiene imaginación. Pero si lo trasladamos a otro orden de cosas, los grandes pintores lo que hacían era copiar a los otros grandes, adquirir toda esa técnica y posteriormente innovar".

Riesgos y desafíos para el sector europeo

Durante la entrevista, se plantean los riesgos que supone dejar en manos chinas la industria eólica, especialmente en términos de seguridad energética, seguridad nacional y efectos sobre el empleo. Valdivieso coincide en estos peligros: "Yo creo que nada se debe dejar en manos de alguien ajeno si puedes tú tomar cartas en el asunto".

Respecto a la preocupación por la seguridad de los datos, dada la cantidad de sensores que incorporan los nuevos aerogeneradores, el experto reconoce el riesgo pero advierte de que "el espionaje va a estar ahí siempre" y que es una práctica común a nivel global.

El poder de las tierras raras

Un factor clave en el dominio chino del sector eólico es su control sobre las tierras raras, materiales esenciales para la fabricación de imanes permanentes utilizados en turbinas eólicas, automóviles y dispositivos electrónicos. Valdivieso destaca que la ventaja china no radica tanto "en la posesión de tierras raras, sino en el procesamiento de las mismas".

El análisis de Félix Valdivieso sobre el papel de China en el sector eólico pone de manifiesto la necesidad de una respuesta estratégica por parte de Europa basada en la planificación a largo plazo y el fortalecimiento de capacidades tecnológicas propias, si quieren mantener su competitividad en un mercado cada vez más dominado por el gigante asiático.