Trump no es un presidente como los que teníamos por costumbre ver. Trump es un hombre de negocios expuesto a muchas circunstancias y vamos a ver desde conflictos de interés hasta muchos pleitos, muchos, porque la suma que tiene pendiente supera los 3000 pleitos. Pleitos que para los españoles pasaban desapercibidos hasta ahora, pero que van a añadir un toque especial a su presidencia.

La mayoría no tendrán base alguna porque la verdad es que también hay quien quiere aprovechar su figura para obtener publicidad y beneficios económicos, pero otros sí.

En muchos otros casos serán sus hijos, quienes según él se hacen cargo de sus negocios, los que asumirán los cargos.

A pesar de que pueden ser pospuestos o retrasados durante su mandato, podríamos verle testificar aunque sea en vídeo, e incluso podría ser sometido a interrogatorio.

El próximo, lo tenemos muy cerca, a finales de este mes, sobre su universidad. Se trata de alumnos que no están de acuerdo con el pago de 35.000 dólares por sus estudios que valen alrededor de 1.500 dólares.

Muchos se preguntarán si va a disfrutar de inmunidad. Los hechos siempre han ocurrido con anterioridad a su elección y por tanto no gozará de dicho privlegio. El puesto de presidente no le concede clase alguna de inmunidad.

Eso sí, va a encontrarse con muchos conflictos de interés.

El Tribunal Supremo ya dictó en 1997 que la inmunidad del presidente de los Estados Unidos no se extiende a los pleitos de tipo civil que se presentan como consecuencia de su vida más allá del cargo. Hay un precedente importante. Recuerden el caso de Clinton vs Jones, donde Paula Jones le acusaba de acoso sexual.

De todas formas, no estamos ante algo Nuevo. Presidentes como Clinton, Kennedy o Nixon, sufrieron situaciones similares, aunque es verdad que con Trump, por su volume, igual tendríamos que dedicarle un apartado especial. El espectáculo está servido.

Por: Arcadio García Montoro