Las ventas minoristas alemanas han caído inesperadamente en octubre, registrando su caída mensual más profunda en más de un año, que, en contra de la tendencia señalada por otros indicadores, apuntarían a un raro signo de debilidad en la mayor economía de Europa.


El volátil indicador, que a menudo se revisa, mostró que las ventas minoristas cayeron un 1,2% en la comparación intermensual en términos reales, ha declarado la Oficina Federal de Estadísticas.


El dato contrasta con el pronóstico de consenso de Reuters que apuntaba a un aumento del 0,3% tras una subida del 0,5% el mes anterior. Se trata de la mayor caída desde septiembre de 2016.


En términos interanuales, las ventas minoristas cayeron un 1,4%, frente a un pronóstico del consenso elaborado por Reuters de un aumento del 2,8%.


Los alemanes, tradicionalmente ahorradores, han impulsado el consumo privado desplazando a las exportaciones como el principal motor de crecimiento gracias a unos niveles de empleo récord, mayor seguridad laboral, aumento de los salarios reales y costes de endeudamiento muy bajos.