La XXVI edición de los Premios Ecovidrio ha reconocido al Ayuntamiento de Barcelona con el galardón al "mayor impacto ciudadano" por sus políticas ambientales y su compromiso con la sostenibilidad. La ceremonia de entrega ha destacado la labor de tres actores clave en la lucha contra el cambio climático.
La capital catalana recibe el galardón por sus políticas sostenibles junto al neurobiólogo Stefano Mancuso y el Real Betis en la XXVI edición de los Premios Ecovidrio
Barcelona: Referente en sostenibilidad urbana
Irma Ventayol, directora de Servicios de la Oficina de Cambio Climático y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Barcelona, agradeció el reconocimiento durante su intervención en el programa Ecogestiona de Capital Radio. "Nos hace mucha ilusión que sea precisamente al impacto ciudadano, porque las ciudades hacemos políticas públicas para mejorar el bienestar de la ciudadanía", señaló Ventayol.
La capital catalana presenta indicadores ambientales destacables, como una reducción del 13% en el consumo energético desde 2019 y un 80% de población que se desplaza mediante transporte público, a pie o en bicicleta.
Ventayol subrayó que estos logros "no solo los ha conseguido la administración, sino que se han hecho también posibles gracias a todas las organizaciones, empresas y toda la ciudadanía comprometida".
Barcelona ha incrementado además la recogida selectiva de envases de vidrio un 18% en la última década, situándose "siempre entre las cinco ciudades con mejor desempeño de todo el estado", según destacó Beatriz Egido, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Ecovidrio.
Otros galardonados: Ciencia y deporte comprometidos
El neurobiólogo vegetal Stefano Mancuso recibió el premio a la "personalidad ambiental del año" por transformar la comprensión del reino vegetal. Egido recomendó sus obras divulgativas como "La nación de las plantas" o "El futuro es vegetal", destacando cómo Mancuso ha cambiado nuestra mirada "antropocentrista" hacia las plantas, que representan "casi el 90% de la biomasa" planetaria.
Por su parte, el Real Betis Balompié fue premiado por su iniciativa "Forever Green", un programa que Egido calificó como "ambicioso y solvente" y sin rastro de "greenwashing". El club andaluz destaca por medir y compensar su huella de carbono, plantar árboles anualmente y dar visibilidad a la sostenibilidad desde una plataforma con gran capacidad de influencia social como es el fútbol.