Las expectativas sobre el encuentro en Estambul entre delegaciones de Rusia y Ucrania, con acompañamiento de Estados Unidos, se han reducido considerablemente. Diego López Garrido, director de la Fundación Alternativas, explica que la ausencia de Putin era previsible.

La ambigua postura de Trump, ¿por qué beneficia a Rusia?

El director de la Fundación Alternativas, Diego López Garrido, analiza las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania en Estambul.

"Para llevar a cabo una reunión al máximo nivel hace falta tener las cosas muy amarradas, muy preparadas para que el encuentro de los dirigentes sea exitoso, y en este caso las posiciones están muy alejadas"

Las demandas de ambos bandos reflejan esta distancia. Mientras Zelenski busca "una tregua inmediata de 30 días que permitiera abordar las negociaciones sin bombas", Putin exige que "cesen las armas a Kiev por parte de la Unión Europea" y pretende que Ucrania garantice que "nunca entrará en la OTAN".

López Garrido señala un factor crucial que está alterando el equilibrio de poder: la intervención de Donald Trump. "La posición de Trump es una posición muy poco definida", afirma el analista, quien considera que esta incertidumbre termina beneficiando a Rusia. "Trump dice 'esto no se va a arreglar hasta que no me reúna yo con Putin', con lo cual él estaba favoreciendo las posiciones de Rusia, justificando que Putin no fuera a Estambul".

Sanciones y presión internacional

Mientras los socios europeos amenazan con sanciones más severas si las negociaciones fracasan, Estados Unidos mantiene una postura ambigua. López Garrido advierte que "los europeos sí han amenazado a Rusia con sanciones, pero Trump no", creando un escenario complejo en este "juego de ajedrez" entre los cuatro grandes actores.

Paralelamente, la OTAN ha solicitado a sus miembros que aumenten su gasto en defensa hasta el 5% del PIB, propuesta que el experto considera "un objetivo no realista" dado que "muy pocos países se acercan al 5%" y algunos, "como España, no llegan ni al dos".

La próxima reunión de la OTAN en La Haya será determinante para definir la posición de la alianza frente al conflicto y podría marcar un punto de inflexión en la crisis ucraniana, mientras el mundo observa si las negociaciones de Estambul logran algún avance hacia una paz que parece cada vez más lejana.