El sector financiero español se encuentra en uno de sus momentos más sólidos mientras enfrenta un panorama internacional convulso. Esta es una de las principales conclusiones que se adelantan del XVI Encuentro Financiero organizado por KPMG en España, que analizará los riesgos geopolíticos en el nuevo tablero estratégico para las entidades bancarias.

Francisco Pérez Bermejo, socio responsable del sector financiero de KPMG en España, señala que la banca española afronta este escenario desde una posición privilegiada.

La Edad de Oro de los bancos españoles: "Están muy saneados"

KPMG celebra su XVI Encuentro Financiero analizando cómo el sector afronta los nuevos riesgos globales desde una posición de solidez histórica.

"Las entidades se encuentran en un momento muy saneado desde cualquier dimensión que consideres: rentabilidad, solvencia, liquidez"

Los resultados de las recientes pruebas de estrés de la Autoridad Bancaria Europea confirman esta solidez. "La banca española ha demostrado su resiliencia ante escenarios realmente severos", subraya Pérez Bermejo, quien detalla que las simulaciones contemplaban "una caída del PIB del 4%, una caída del precio de la vivienda del 16% y una caída también importante de los índices bursátiles, junto a un incremento de la tasa de desempleo".

Esta fortaleza también se refleja en los mercados financieros, con valoraciones muy positivas para los bancos españoles "con niveles de cotización claramente ya por encima del valor en libros", añade el directivo de KPMG.

La simplificación regulatoria, una asignatura pendiente

Entre los temas que centrarán el debate durante el encuentro, destaca la necesidad de una simplificación regulatoria para el sector bancario europeo. Pérez Bermejo considera que este aspecto es crucial en el actual entorno geopolítico para mejorar la competitividad europea.

"La simplificación regulatoria significa claramente identificar posibles duplicidades en la supervisión, duplicidades en normas, en discrecionalidades nacionales y eliminar todo aquello que supone un coste de cumplimiento elevado sin una contraprestación clara", explica el experto, quien añade que instituciones como el Banco Central Europeo y el Banco de España ya han creado grupos de trabajo específicos para abordar esta cuestión.