El segundo riesgo en importancia en 2018 es una desaceleración intensa del crecimiento de China. La Administración china ha demostrado de forma consistente su capacidad y disposición para mantener los objetivos de crecimiento del PIB establecidos para la economía a través de las políticas fiscales y monetarias, lo que aleja la probabilidad de una caída repentina en el crecimiento económico. Sin embargo, “las vulnerabilidades en la economía, y más específicamente aquellas relacionadas con el sector financiero, han seguido creciendo en 2017. Con estos riesgos ahora elevados, la probabilidad de un aterrizaje forzoso ha aumentado, aunque todavía es considerada entre baja y moderada”.
El informe difundido por la aseguradora de crédito cita otros posibles eventos que considera más improbables y de menor impacto potencial en la economía global. El incremento del proteccionismo de Estados Unidos y la reacción de sus socios comerciales como China ocupan el tercer lugar en la lista de los principales riesgos globales. Le sigue la volatilidad del precio del petróleo, que impactaría especialmente en las economías importadoras de petróleo como la zona euro, los riesgos geopolíticos, incrementados en Oriente Medio y la península de Corea, o una corrección brusca de los mercados financieros.