Bolsos con estampados llamativos, zapatillas con tres rayas o el logotipo de Michael Jordan, la próxima camiseta de Lamine Yamal o los pantalones que la influencer de moda lucía en la última alfombra roja. Estar a la última no es asequible para todos los bolsillos. Por eso, cada vez es más habitual buscar opciones fuera del mercado legal. Falsificaciones prácticamente idénticas al producto oficial, pero notablemente más baratas.
Nadie se pregunta de dónde proceden, cómo se han producido o quién está detrás de la empresa que vende estas falsificaciones.
España es uno de los países más afectados de la Unión Europea por las falsificaciones. Según la EUIPO, se pierden más de 6.700 millones de euros en ventas directas y cerca de 53.000 empleos cada año. Uno de cada diez españoles reconocer haber comprado falsificaciones en sectores como moda, cosmética, juguetes, medicamentos y electrónica.
En el Día Mundial de la Lucha contra las falsificaciones analizamos cuánto nos cuestan cada año
Solo en 2023, la Agencia Tributaria intervino más de 3,5 millones de productos falsificados en puertos y aduanas españolas, valorados en más de 140 millones de euros.
Algunos ejemplos
El consumo de cigarrillos de origen ilícito, es decir, de contrabando o falsificados, alcanzó el año pasado un total de 38.900 millones de unidades en la Unión Europea, lo que supone un crecimiento del 10,8% respecto a 2023 hasta representar una cuota del 9,2% del total del mercado.
La presencia de este mercado ilícito de tabaco, según el estudio de KPMG, generó a los estados europeos una pérdida de ingresos fiscales de 14.900 millones de euros, equivalentes a más de la mitad del presupuesto fijado para el programa Erasmus.
El sector de los vinos y de las bebidas espirituosas es uno de los más afectados. España más perjudicado en cuanto a pérdidas económicas directas en este sector con 380 millones de euros en ventas y 1.100 puesto de trabajo destruidos al año, sólo por detrás de Francia.