Según el ministro, la medida tiene el objetivo de ahorrar electricidad pues la principal central hidroeléctrica venezolana, "Simón Bolívar" tiene un nivel de agua de 8 metros por debajo del promedio. El ministro Luis Motta insiste en que no es un racionamiento.
La oposición alerta de que puede suponer un colapso también en los hospitales y diferentes servicios públicos además de en cines, teatros o restaurantes. La presidenta de Consecomercio, Cipriana Ramos, pide, en Unión Radio, que les bajen los impuestos.
Apuntó, por otro lado, que es muy difícil dotar a todas estas infraestructuras de sistemas de autogeneración de energía pues además de que exigen una alta inversión en plantas eléctricas y gasoil, la adquisición sigue siendo cuesta arriba pues los equipos no se fabrican en Venezuela, así como los componentes que se deben mantener. Se prevé la pérdida de unos 50.000 empleos directos.