Los líderes de la UE fracasan en su intento de cerrar un acuerdo sobre la renovación de los cargos de sus principales instituciones. Y convocan una nueva cumbre el 30 de junio para consensuar los nombres antes de que empiece a funcionar la nueva Eurocámara. El presidente del Consejo, Donald Tusk, asegura que no ha habido mayoría para ningún candidato y reconoce que debe reflejar la diversidad de la UE. La canciller alemana, Angela Merkel, reconoce que ninguno tiene apoyo suficiente.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, no apoya al candidato Popular a la presidencia de la Comisión pero admite que le hubiera gustado una propuesta encabezada por Angela Merkel: "No tengo nada en contra de una candidatura alemana. Lo dije y no era una broma: si la Canciller hubiera sido candidata, la habría apoyado porque creo que tiene las cualidades y las competencias para ser una muy buena presidenta de la Comisión. Este no es su deseo y lo respeto profundamente".

Macron asegura que los tres candidatos han quedado descartados al menos para la presidencia de la Comisión y esto permitirá explorar otros nombres para el cargo. Suenan ahora el conservador francés Michel Barnier; el primer ministro belga, Charles Michel; el de Holanda Mark Rutte; la excomisaria y actual directora general del BM, Kristalina Georgieva

Antes de abordar ese reparto de cargos, los líderes han acordado continuar la negociación del marco financiero plurianual para el periodo 2021-2027. Con vistas a tener un acuerdo antes de finales de este año, además, han encargado a Finlandia, que presidirá la Unión desde julio, que siga trabajando en la estructura de partidas a las que deberá asignarse una dotación. La propuesta de la Comisión eleva esas aportaciones al 1,11% de la renta nacional bruta conjunta de los Veintisiete, frente al 1,03% actual. Ascendería a 1,28 billones de euros, frente a los 1,08 billones actuales.

Pero no han lograron fijar el año 2050 como fecha límite para convertirse en una economía neutra en carbono. Es decir, eliminar las emisiones de CO2 para cumplir con los compromisos del acuerdo de París. El texto final evita citar directamente el año 2050, un plazo con el que se mostraban satisfechos 24 países. Polonia, Hungría, República Checa y Estonia se han opuesto impidiendo la unanimidad necesaria. Aunque, una aclaración al pie de página señala que para una amplia mayoría de Estados miembros, la neutralidad climática debe alcanzarse para ese año. Además, han amenazado a Turquía con sanciones por unas perforaciones en el Mediterráneo oriental y mantienen las medidas contra Rusia por invadir territorio ucraniano.